Domingo 5 de enero de 2025

Mons. Torrado Mosconi y el Jubileo: 'Pasar por la cruz para nacer de nuevo'

  • 3 de enero, 2025
  • Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Nueve de Julio inauguró el Año Santo en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima. Bendijo a los peregrinos con la reliquia del beato Eduardo Pironio.
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"Peregrinar es salir de un sitio para llegar a otro. Salir del pecado para ir a la gracia", expresó el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi al inaugural el Año Santo en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima y explicó que al "pasar junto a la Cruz para llegar a la pila bautismal" hemos representando "simbólicamente" este hecho: "Pasar por la cruz para nacer de nuevo" afirmó.

La celebración tuvo lugar el domingo 29 de diciembre, festividad de la Sagrada Familia, y contó con la participación del clero diocesano y una nutrida concurrencia de delegaciones de la diócesis.

Los peregrinos se reunieron en el santuario diocesano donde se les dio la bienvenida y tuvieron lugar los ritos iniciales, luego se salió en procesión encabezada por la cruz jubilar hacia la casa natal del beato Eduardo Pironio. Llegados al lugar, representantes de las distintas vicarías de la diócesis dieron lectura a los párrafos más sobresalientes de la bula papal de convocación al Año Santo.

El obispo recibió la reliquia del beato y dio la bendición con ella a los peregrinos. La marcha se encaminó hacia la Iglesia catedral, una vez en la puerta, monseñor Torrado Mosconi mostro la cruz jubilar que fue aclamada con cantos y aplausos por los presentes, luego se invitó a entrar en el templo venerando y "tomando gracia" de esa cruz. 


El obispo ingreso acompañado por una familia, dos sacerdotes y dos religiosas en representación del conjunto del pueblo de Dios, tras lo cual hicieron lo propio el resto de los peregrinos. Llegados al presbiterio tuvo lugar la memoria bautismal con la aspersión desde la misma fuente donde recibió el bautismo el beato nuevejuliense. La eucaristía continuó en forma solemne y festiva.

Buscar ardientemente a Dios y al hermano perdido
En la homilía, monseñor Torrado Mosconi explicó el sentido del acontecimiento jubilar y de la celebración de su inicio: "Esta celebración tan significativa como importante -dijo- se da en la fiesta de Sagrada Familia, el gran modelo de amor que tenemos los cristianos".

"El Evangelio de hoy nos muestra a la familia de Nazaret como peregrina a Jerusalén. Buscando a Dios y buscando al hijo perdido. Es hora de que nosotros como María y José busquemos más ardientemente a Dios y como familia de la Iglesia vayamos a buscar a ese Cristo, escondido en el hermano que se ha perdido o alejado", señaló. 

El obispo de Nueve de Julio recordó que el Papa Francisco señaló que el Jubileo hay que vivirlo desde dentro, arreglando las historias personales delante de Dios. 

"¿Desde dentro?, o sea desde el corazón, desde la conciencia personal", observó el prelado y añadió: "El Jubileo no se reduce a unas prácticas externas, es un acontecimiento de perdón, de alegría, de recomponer tantas cosas personales y sociales, De perdonar, de arreglar tantas historias interiores que uno tiene archivadas y no se anima a desempolvar, se trata de una verdadera conversión de vida, y a esto yo los animo, son palabras del Papa". 


Y finalizó exhortando a "peregrinar por el mundo, apuntando hacia el Cielo, contagiando la verdad, el bien, el amor, la felicidad a nuestro alrededor; caminando libres de egoísmos, de orgullo, de esas deudas, de esos pesos en el alma, que Dios siempre perdona, y nos hace mejores, felices y llenos de esperanza".

Después de la comunión, se detuvo saludando a la santísima Virgen María, cantando la Salve -en una versión compuesta por su antecesor en la sede de Nueve de Julio, monseñor Enrique Rau, que tanto gustaba al cardenal Pironio- y rezando su oración a Nuestra Señora. 

Antes de impartir la bendición papal, monseñor Torrado Mosconi, anunció la ordenación diaconal de tres seminaristas en marzo y la realización de un encuentro diocesano jubilar en agosto que reunirá a todas las realidades eclesiales presentes en la diócesis y durante el cual tendrán lugar las ordenaciones presbiterales. 


Los presentes, recibieron como obsequio un ejemplar de la encíclica Laudato si' como expresión del compromiso con la creación, uno de los objetivos del jubileo. Al finalizar la Eucaristía, se compartió un ágape fraterno en el atrio del templo catedralicio.+