Martes 30 de septiembre de 2025

Jubileo de los Catequistas: voces argentinas y una experiencia enriquecedora

  • 30 de septiembre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Una numerosa delegación argentina compuesta por personas de diversos puntos geográficos y pastorales participó en Roma del encuentro mundial. El papa León XIV presidió la misa de clausura.
Doná a AICA.org

Luego del Jubileo de los Catequistas realizado en Roma del 26 al 28 de septiembre, la delegación argentina agradeció a Dios el haber podido participar en representación de la Iglesia argentina en un acontecimiento de tal magnitud, que reunió a más de 20.000 catequistas del mundo.

El papa León XIV ofreció una catequesis y presidió la misa de clausura, en la que se instituyeron 30 nuevos ministros catequistas.

La iniciativa, integrada al Jubileo de la Esperanza, contó con representantes de diversos puntos y regiones pastorales de la Argentina, entre ellos Buenos Aires, Tucumán, Rosario, Paraná, Morón, Trenque Lauquen, Tandil y Pergamino. 

En diálogo con AICA, el presbítero Juan Pellegrino, párroco en Trenque Lauquen y miembro de la Junta Nacional de Catequesis, relató el hecho de que la delegación haya cruzado la Puerta Santa, el rezo del Credo en la tumba del apóstol Pedro y la participación en la vigilia previa al jubileo.

También hubo una catequesis y misa con el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto Fernández, celebrada en la basílica del Sagrado Corazón y la audiencia con el Papa.


Pellegrino también comentó que la delegación, que contó con presencia de otros sacerdotes, también presenció diversos testimonios, entre los que se encontraba una mujer latinoamericana que trabaja con personas con discapacidad.

"Ella nos habló de cómo la persona con discapacidad no es alguien que tiene derecho a la catequesis, sino que es sujeto de catequesis", diferenció.

Entre otros testimonios, el sacerdote aseguró que "hubo uno muy fuerte de unos mozambiqueños, que recibieron al día siguiente el ministerio del catequista, contaron su experiencia de trabajo en el norte del país africano y también de persecución, mencionando también como los laicos tienen que recorrer varios kilómetros para llevar el Santísimo, porque no alcanzan los sacerdotes. Allí hay un fuerte compromiso con el ministerio del catequista".


"Al momento del llamado de cada catequista, al pronunciar los 30 nombres, ellos fueron respondiendo 'aquí estoy'; y como en un juego de palabras se oía en los parlantes un incesante eco, parecía que todos los catequistas iban diciendo 'aquí estoy'. Con los 30 nuevos ministros catequistas, el santo Padre quiso tener presente a tantos catequistas que a lo largo de todo el mundo van anunciando y 'haciendo eco' del Evangelio", señaló el sacerdote. 

Además, destacó que el jubileo "quiso ser un hermoso eco, un modo concreto de volver hacer resonar en nuestro corazón la única palabra de vida y transformarnos en eco de esa palabra resonada en nosotros".

"Una catequesis inclusiva y no de maquillaje"
En otro de los testimonios, Mónica Bearzot, de la Arquidiócesis de Buenos Aires, aseguró que el Jubileo de los Catequistas "fue para mí una experiencia de Iglesia peregrina y sinodal. Desde la gracia recibida en el Bautismo se nos invitó a una catequesis inclusiva, no de maquillaje, sino que sea integradora en todos los aspectos y que lleve al encuentro con Jesucristo resucitado, el corazón de nuestra fe para que, como catequistas, seamos operadores y servidores de la verdad".

"El Papa León con su lenguaje cercano, pero muy profundo, nos animó a tener intuición porque la fe de la gente sencilla guía a la Iglesia por nuevos caminos. Esto impacta de manera particular en nuestra manera de pensar y ofrecer la catequesis", enfatizó y aseguró: "Participar del jubileo significó encuentro, gozo, disfrute y una invitación a crecer en la alegría y la esperanza".+