La arquidiócesis de Buenos Aires tiene cinco nuevos sacerdotes
- 10 de noviembre, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Nicolás Bouza, Maximiliano García, Víctor Grinenco, Mariano Palavecino y Alejandro Patriarca fueron ordenados sacerdotes en una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor García Cuerva.
La catedral metropolitana de Buenos Aires fue escenario de una celebración especial en la que cinco nuevos presbíteros recibieron el sacramento del Orden. Nicolás Bouza, Maximiliano García, Víctor Grinenco, Mariano Palavecino y Alejandro Patriarca fueron ordenados sacerdotes en una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.
En la homilía, el arzobispo animó a los nuevos sacerdotes a vivir su vocación con gratitud y humildad: "No dejen de ser agradecidos al Señor por la obra que Él hace en ustedes; no por sus méritos, no por el esfuerzo personal, casi creyendo que el sacerdocio es un derecho a reclamar, y un deber de Dios concederlo por la suma de talentos y virtudes".
Inspirado en el Evangelio de Mateo, monseñor García Cuerva los exhortó a no dejarse seducir por los bienes materiales ni por las seguridades personales. "Queridos hermanos, venzan la tentación de ser acumuladores de bienes materiales, acumuladores de seguridades, recaudando proyectos personales y honores artificiales que hacen difícil seguir a Jesús con disponibilidad, livianos de equipaje", expresó.
El prelado reflexionó además sobre la mesa compartida por Jesús y los discípulos: "La mesa en la que se sientan Jesús y los discípulos es una mesa grande; el evangelio resalta que se sientan muchos publicanos y pecadores. Por favor, elijan sentarse siempre en esa mesa, porque no se olvidan de sus propias fragilidades curadas por la misericordia divina". En esa línea, añadió: "Esta dinámica espiritual nos hace más humanos, más normales, y aunque parezca contradictorio, nos pone en el camino de la santidad".
Dirigiéndose a los nuevos sacerdotes por su nombre, el arzobispo les pidió evitar actitudes de superioridad: "Queridos Alejandro, Maxi, Nano, Nicolás y Víctor, no sean sacerdotes farisaicos que miran desde arriba, que levantan el dedo acusador para marcar las debilidades".
Monseñor García Cuerva subrayó que el ministerio sacerdotal debe reflejar la compasión y cercanía de Cristo: "Jesús ama sin discriminar a nadie, busca especialmente a los más rotos y alejados, porque su misericordia es infinita, su mirada es compasiva y ve los deseos más profundos de cambiar, porque lo hizo con Mateo, porque lo hace conmigo y lo hace con ustedes, y ninguno de nosotros es digno ni merecedor de tanto amor".
Finalmente, deseó a los nuevos presbíteros que su vida sacerdotal sea testimonio del amor divino: "Que su ministerio sacerdotal sea reflejo del amor de Dios; no se cansen de perdonar en su nombre, que sus corazones sean como esa mesa de la casa de Mateo, corazones donde tengan un lugar especial los pecadores y los publicanos de hoy".+
