San Isidro se reunió para reflexionar en torno a su vocación y misión
- 16 de abril, 2013
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
La diócesis de San Isidro convocó en Victoria a los miembros de los Consejos de Pastoral, catequistas y referentes de las comunidades educativas, de servicios y de caridad para reflexionar, a la luz del Concilio Vaticano II, sobre la Iglesia, su vocación y la relación con el mundo. La propuesta formó parte de un "itinerario formativo", que se compone de tres encuentros y tendrá como temática principal estas dimensiones de la Iglesia. El obispo diocesano, monseñor Oscar Vicente Ojea, acompañó el encuentro e insistió en que "es necesario que la fe nos aleje del aislamiento del yo, y nos haga entrar en una comunidad, que es la Iglesia" para estar en comunión con Dios y con los hermanos.
Durante la jornada, se reflexionó en torno a la diversidad de carismas que componen la Iglesia diocesana, y a la luz del Concilio Vaticano II, del que en octubre de 2012 se cumplieron 50 años de su comienzo, se trabajó para comprender la Iglesia, su vocación y la relación con el mundo.
La propuesta formó parte de un "itinerario formativo", que se compone de tres encuentros y tendrá como temática principal estas dimensiones de la Iglesia. En el primer encuentro del año, se trabajó el tema "La Iglesia como misterio de comunión".
"El Espíritu Santo está en cada uno de nosotros desde el bautismo, creando comunión entre nosotros. Y nosotros estamos llamados a decirle que sí a esa vocación de unidad y así vivir la comunión", recordaron en un subsidio que resumió los talleres.
El obispo diocesano, monseñor Oscar Vicente Ojea, acompañó el decurso del encuentro, en el que aprovechó para acercarse a los fieles, dialogar y aconsejarlos. En el cierre del encuentro, y antes de impartirles la bendición, insistió en que "es necesario que la fe nos aleje del aislamiento del yo, y nos haga entrar en una comunidad, que es la Iglesia" para estar en comunión con Dios y con los hermanos.
"Nuestro nombre forma parte de la historia que hacemos juntos, como Iglesia, porque la historia cambia cuando los bautizados somos convocados para una historia nueva, que caminamos juntos. Esta luz no la hemos recibido para que quede guardada entre nosotros, sino que, en la hemos recibido la luz para extenderla", recordó.
Monseñor Ojea destacó que los cristianos "somos la luz de Cristo", la cual busca ser compartida con los hermanos, y así, renovó el compromiso de una Iglesia misionera. "Vamos a hablar de lo propio de nuestra Iglesia, que es la opción preferencial por los pobres ?relató-. Jesús se hizo pobre entre nosotros para poder compartir nuestro camino. Y nosotros hemos puesto como prioridad poder pensar, rezar y estar cerca de aquellos jóvenes que están sin trabajo, sin estudio, en las esquinas consumiendo; que no se sienta solos, rechazados; que podamos abrazarlos y encontrar los caminos para la integración de ellos a nuestras comunidades, ¡porque esto es trabajar por la paz!".
"Nos espera un trabajo arduo para poder estar más cerca de los pobres más pobres ?continuó-. Nosotros, como comunidad misionera, tenemos que ver esta dimensión de nuestra pobreza estructural en nuestra patria y en nuestro Gran Buenos Aires, y ver qué podemos hacer nosotros para poder incluir, para estar al lado de aquellos que ya están castigados por este flagelo".
"Vamos a encontrarnos para salir de nosotros mismos, incluso a través de distintos lenguajes, y vamos a ver cómo juntos hacemos nuestro compromiso y nuestra opción preferencial por los pobres", adelantó el obispo sobre el fin de los encuentros. El obispado, por su parte, comunicó a través de su cuenta en Facebook que anunciará a la brevedad las fechas y lugares de los dos próximos encuentros.+
