Rodríguez Larreta consagró su vida y la ciudad de Buenos Aires al Sagrado Corazón de Jesús

El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, consagró ayer, lunes 9 de julio, durante la celebración eucarística por el Día de la Independencia en la catedral metropolitana, su vida, su gestión y la ciudad de Buenos Aires al Sagrado Corazón de Jesús, "bajo la protección del Inmaculado Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva esta Ciudad".

Durante la misa celebrada con motivo del tedeum, por el aniversario de la Independencia de nuestro país, ayer lunes 9 de julio, en la catedral metropolitana, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, acompañado por su esposa, después de la comunión se paró y ante los fieles y el arzobispo de Buenos Aires que había oficiado la misa y realizó una consagración al Sagrado Corazón de Jesús en la que encomendó su vida, su gestión y la ciudad de Buenos Aires.

En presencia del arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, y la comunidad participante de la celebración, el jefe de gobierno porteño prometió "construir una sociedad justa, pacífica, basada en el respeto y la solidaridad".

"Quiero presentarme ante Dios como Jefe de Gobierno, consagrando mi vida, mi gestión y la Ciudad de Buenos Aires al cuidado del Sagrado Corazón de Jesús, lo hago bajo la protección del Inmaculado Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva esta Ciudad," manifestó.

Pidió a Dios por todos los habitantes y por quienes pasan a diario por la ciudad, por los niños, los jóvenes, los adultos y ancianos; por los enfermos, los que están solos y los pobres, "que sepamos hacer por ellos todo lo que está a nuestro alcance, no olvidándonos mirar sus rostros cada día y ver en ellos la razón de nuestro trabajo", indicó.

Al concluir, solicitó a los presentes que lo acompañen con la oración a San Francisco de Asís: "Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz".+

Texto completo de la Consagración:

"En este 9 de julio, al celebrarse un nuevo aniversario de la Independencia Nacional, quiero presentarme ante Dios como Jefe de Gobierno, consagrando mi vida, mi gestión y la Ciudad de Buenos Aires al cuidado del Sagrado Corazón de Jesús, lo hago bajo la protección del Inmaculado Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva esta Ciudad.

Me acompañan en este momento los vecinos que desde su propia oración, expresada en la diversidad religiosa que tanto nos enriquece o con el buen deseo del corazón, quieren lo mismo: construir una sociedad justa, pacífica, basada en el respeto y la solidaridad.

Dios de todos, te pido por cada uno de los que viven y pasan a diario por esta Ciudad. Te pido por nuestros niños, nuestros jóvenes, por cada adulto o anciano; por nuestros enfermos; por los que están solos; por los que padecen sufrimientos materiales y han perdido la esperanza. Señor, que sepamos hacer por ellos todo lo que está a nuestro alcance. No olvidándonos mirar sus rostros cada día y ver en ellos la razón de nuestro trabajo.

Hoy, en el día de la Patria, nuevamente te decimos: (Todos Juntos)
Señor haz de nosotros instrumentos de tu paz.
Donde hay odio, pongamos amor,
Donde hay ofensa, pongamos perdón,
Donde hay discordia, unión,
Donde hay duda, pongamos fe,
Donde hay desesperación, pongamos esperanza,
Donde hay tienieblas, pongamos luz.
Maestro, que no busquemos tanto
Ser consolados como consolar,
Ser comprendidos, como comprender,
Ser amados, como amar.
Porque dando, se recibe,
Olvidándose de sí, es que uno se encuentra.
Perdonando se alcanza el perdón,
Muriendo, se resucita a la vida eterna.
Amen"