Pentecostés y misión: los salesianos concluyeron su Consulta Mundial 2025
- 10 de junio, 2025
- Roma (Italia) (AICA)
La jornada fue en la sede central de los Salesianos de Don Bosco, en Roma. El objetivo fue redescubrir las raíces del carisma salesiano mediante celebraciones, visitas espirituales y encuentros.

Con el tema "Anclados en Cristo, peregrinos con los jóvenes. El Jubileo de la esperanza", la Familia salesiana vivió el último fin de semana, las jornadas conclusivas de la Consulta 2025 en la sede central de los salesianos de Don Bosco, en Roma.
Los cincuenta representantes de los veintiocho grupos salesianos participaron en momentos significativos de espiritualidad, reflexión y fraternidad, renovando su compromiso con la misión de Don Bosco al servicio de los jóvenes y de los más necesitados.
La jornada, vivida bajo el signo de la solemnidad de Pentecostés, ofreció a los participantes la oportunidad de redescubrir las raíces del carisma salesiano mediante celebraciones, visitas espirituales y momentos de compartir fraterno.
La vigilia de Pentecostés en San Pedro
La jornada del sábado 7 de junio estuvo marcada por momentos de profunda espiritualidad, diálogo y compartir, culminando con la participación en la Vigilia de Pentecostés en la Plaza de San Pedro, en presencia del papa León XIV, una experiencia de gran significado para todos los presentes.
La jornada se abrió con la celebración eucarística, presidida por el rector mayor, padre Fabio Attard, quien ofreció una reflexión sobre el Evangelio, invitando a la Familia Salesiana a estar siempre centrada en Jesús y en su llamada.
En la homilía, el rector Mayor subrayó dos aspectos fundamentales: dar primacía al Espíritu Santo como guía en la vida y en la misión; y vivir la fe con autenticidad, poniendo en el centro no el "hacer", sino el ser testigos del Evangelio.
Por la tarde, los participantes se dirigieron al Vaticano para participar en la Vigilia de Pentecostés, con los movimientos, las asociaciones y las nuevas comunidades, presidida por el papa León XIV en la plaza de San Pedro.
Este momento, vivido con solemnidad y recogimiento, representó una experiencia de gran significado espiritual para la Familia Salesiana.
La vigilia subrayó el papel del Espíritu Santo como guía de la Iglesia y de la misión cristiana, ofreciendo a los presentes una ocasión para renovar su compromiso a la luz del Evangelio.
La participación de la Consulta en esta Vigilia reforzó el sentido de comunión universal y el vínculo con la Iglesia, evidenciando el papel de la Familia Salesiana como presencia profética y misionera.
Docilidad a la acción del Espíritu Santo
El domingo se abrió la jornada con la visita a la capilla de la Carta de Roma, un espacio altamente simbólico para la Familia Salesiana. Allí, el 10 de mayo de 1884, Don Bosco escribió su célebre Carta, invitando a sus hijos espirituales a vivir con amabilidad y cercanía hacia los jóvenes.
Un momento culminante fue la misa, celebrada en la capilla de la Comunidad de la Sede Central Salesiana por el rector mayor, padre Attard.
La celebración, que coincidió con la solemnidad de Pentecostés, representó una oportunidad para reflexionar sobre el papel del Espíritu Santo en la vida cristiana y en la misión salesiana.
Durante la homilía, el padre Attard destacó cómo el Espíritu Santo es el don del Padre, enviado para guiar, sostener e iluminar a los creyentes. Subrayó tres aspectos fundamentales:
La intercesión de Jesús por nosotros: "Nunca estamos solos, ni siquiera en los momentos de dificultad y duda. Jesús ora por cada uno de nosotros, y el Espíritu Santo es el signo de ese amor que siempre nos acompaña."
Presencia del Espíritu y misión
La presencia del Espíritu Santo como maestro interior: El Espíritu no solo nos enseña a comprender el Evangelio, sino que nos ayuda a traducirlo en gestos concretos de amor, caridad y esperanza.
El recuerdo del amor de Jesús: El Espíritu Santo nos recuerda constantemente que somos amados y nos da la fuerza para seguir testimoniando nuestra fe, incluso en las situaciones más difíciles.
El rector mayor también invitó a los miembros de la Familia Salesiana a ser dóciles a la acción del Espíritu Santo, cultivando la oración, el silencio y la escucha para discernir la voluntad de Dios. Subrayó cómo el carisma de Don Bosco, enriquecido por la acción del Espíritu, continúa siendo una respuesta concreta a los desafíos educativos y pastorales de nuestro tiempo.
Tras la celebración eucarística, los miembros de la Consulta visitaron la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, una de las obras más significativas de Don Bosco, construida en Roma como signo de su profunda fe y de su amor por los jóvenes. La visita ofreció un momento de recogimiento espiritual y de renovación del vínculo con las raíces del carisma salesiano.
La jornada concluyó con un almuerzo fraterno, compartido con los miembros de la Comunidad de la Sede Central, en un clima de alegría y comunión. Este momento de convivencia subrayó el espíritu de familia que une a los diversos grupos de la Familia Salesiana, consolidando el sentido de unidad y pertenencia.
Con la conclusión de la Consulta 2025, los participantes expresaron gratitud por los días compartidos, que permitieron profundizar en el tema "Anclados en Cristo, peregrinos con los jóvenes" y delinear nuevas perspectivas para el futuro de la misión salesiana.+