Miércoles 1 de octubre de 2025

Mons. Zordán, a los nuevos presbíteros: 'Audacia, creatividad y libertad'

  • 29 de septiembre, 2025
  • Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA)
La catedral San José fue escenario, el 26 de septiembre, de la ordenación sacerdotal de los diáconos Juan Pablo Grané y Valentín Bentancour. Concelebraron Mons. Mauricio Landra y Mons. Ricardo Faifer.
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La catedral San José de Gualeguaychú fue escenario, el 26 de septiembre, de la ordenación sacerdotal de los diáconos Juan Pablo Grané y Valentín Bentancour.

La Eucaristía fue presidida por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Zordán MSSCC, y concelebrada por monseñor Mauricio Landra, obispo auxiliar de Mercedes-Luján, y monseñor Ricardo Faifer, obispo emérito de Goya.

Participaron de la celebración sacerdotes, diáconos y seminaristas de distintas comunidades, junto a numerosos fieles. Al finalizar la misa, se compartió una cena en el Polideportivo Norte de Gualeguaychú.

En su homilía, monseñor Zordán destacó que el ministerio sacerdotal es "un don de la misericordia de Dios" y subrayó que no responde a méritos personales ni a un premio, sino que "haber sido mirados y elegidos es sólo fruto de la bondad de Dios".

El prelado recordó que el sacerdote está llamado a ser servidor del Pueblo de Dios, afirmando junto a San Pablo: "Servidores de ustedes por amor de Jesús".

En este sentido, remarcó la centralidad de Cristo en la vida y misión presbiteral: "No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor".

Audacia, creatividad y libertad
Dirigiéndose a los nuevos sacerdotes, señaló que su ministerio se configura con el misterio de la Cruz y que cada día repetirán las palabras de Jesús: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega? Esta es mi Sangre, que se derrama por ustedes".

Asimismo, advirtió sobre la tentación del desánimo e invitó a vivir el ministerio con "audacia, creatividad y libertad que abre nuevos horizontes", siguiendo el llamado de San Juan Pablo II a una "nueva evangelización, nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión".

Finalmente, recordó la fragilidad humana del sacerdote: "Llevamos este tesoro en recipientes de barro" e invitó a reconocer esa debilidad con humildad y apertura, confiando en que el camino de conversión y el acompañamiento fraterno hacen posible acoger mejor el don recibido.

La homilía concluyó con un mensaje a los nuevos sacerdotes: "Valentín, Juan Pablo, estas no son más que algunas pistas inspiradas en la Palabra de Dios que pueden ayudarnos a vivir mejor nuestra vida y nuestro ministerio. Si nos dejamos inspirar por Jesús y su Evangelio, seguro seremos más fecundos e inmensamente felices en nuestra vida".+