Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Uriona en un acto por Malvinas: "Nunca más la guerra que todo lo destruye"

  • 5 de abril, 2016
  • Río Cuarto (Córdoba)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, participó en esta ciudad cordobesa de un acto en honor de los veteranos y caídos en la Guerra de Malvinas, al conmemorarse este sábado el 34° aniversario del inicio del conflicto bélico en las islas del Atlántico sur. El prelado pidió a Dios que otorgue a los hombres la valentía para decir: "¡Nunca más la guerra!?; ?con la guerra, todo queda destruido?" y le rogó que mantenga encendida "la llama de la esperanza para tomar opciones de diálogo y reconciliación que lleven a la paz en nuestro corazón y en nuestra sociedad, y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra".
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El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, participó en esta ciudad cordobesa de un acto en honor de los veteranos y caídos en la Guerra de Malvinas, al conmemorarse este sábado el 34° aniversario del inicio del conflicto bélico en las islas del Atlántico sur.

El prelado hizo una bendición, en la que rezó: "Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y da nos la valentía para decir: ?¡Nunca más la guerra!?; ?con la guerra, todo queda destruido?".

"Infúndenos el valor de llevar a cabo, en nuestra sociedad de hoy, gestos concretos para aborrecer el odio y construir la paz", pidió y agregó: "Señor, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia y misericordia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino".

Monseñor Uriona rogó a Dios que "mantenga encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar opciones de diálogo y reconciliación que lleven a la paz en nuestro corazón y en nuestra sociedad, y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra".

"Señor renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en paz. Amén", concluyó.+