Mons. Mestre: La mujer cananea, modelo de perseverancia y fe
- 19 de agosto, 2020
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión para el 20° domingo durante el año, el 16 de agosto, monseñor Gabriel Mestre, el obispo de Mar del Plata, ilustró el Evangelio de la mujer cananea con sus habituales tres puntitos.
En su reflexión para el 20° domingo durante el año, el 16 de agosto, monseñor Gabriel Mestre, el obispo de Mar del Plata, utilizó el recurso de los tres puntitos para ilustrar el relato evangélico según San Mateo.
En primer lugar, dijo que este Evangelio “nos deja un poco perplejos”, ya que “estamos más acostumbrados a que Jesús sea muy cercano y sensible a los paganos”. Y luego desarrolló los tres puntos: “El silencio de Dios”; “Perseverantes en la oración” y “¡Qué grande es tu fe!”.
El silencio de Dios
Aunque “muchas veces Dios hace silencio en nuestra vida”, este silencio tiene un sentido. Cuando no escuchamos a Dios, experimentamos la “tentación de bajar los brazos y dejar de implorar”. “La mujer cananea grita a Jesús y el Señor no responde”, dijo monseñor Mestre. En este sentido, resulta difícil comprender “que el silencio es parte de la pedagogía divina”
Perseverantes en la oración
Ante la situación de silencio o “aparente silencio”, la “única alternativa” es insistir y “ser perseverantes”. La mujer del Evangelio sigue insistiendo “y cuando Jesús comienza su respuesta le sigue el planteo hasta el final”, recordó el obispo. Pero resaltó la actitud de “humildad y respeto” para conseguir lo que necesiba: “Todo es fruto de su gran perseverancia”. Monseñor Mestre pidió “que la podamos imitar en todo momento, especialmente cuando experimentamos el silencio de Dios”.
“¡Qué grande es tu fe!”
Finalmente, se detuvo en la frase culmen de Jesús: “Todo cambia, Jesús cambia por el impacto de la fe de la mujer cananea”. Cuando ella percibió al Mesías, “no vaciló en insistir hasta el final”. Por eso, “Jesús alaba su fe y, por lo tanto, nos invita a revisar nuestra propia fe”. El obispo marplatense animó a “mirar y descubrir cómo estemos en este tema”. “Incluso aunque seamos personas de Iglesia, tenemos que revisar siempre nuestro camino de fe”. +