Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Mestre: 'Podemos ver y descubrir que todos somos pastores'

  • 4 de mayo, 2023
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión semanal, el obispo de Mar del Plata se concentró en tres puntos de meditación, sintetizados en los verbos robar, escuchar y pastorear.
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En sus reflexiones para el Cuarto Domingo de Pascua, dedicado a la contemplación de Jesús como el Buen Pastor, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, se concentró en tres puntos de meditación, sintetizados en los verbos: robar, escuchar y pastorear.

¡No nos dejemos robar!
Respecto de las expresiones “ladrón” y “asaltante”, que aparecen en el Evangelio en contraposición con la figura del pastor, el prelado marplatense se preguntó: “¿Quiénes son o pueden ser hoy los ‘ladrones y asaltantes’ que roban?”, a lo que respondió: “Personas, grupos y/o circunstancias que nos apartan del camino del Señor y de la fuerza de la Pascua”.

En ese sentido, citó luego al papa Francisco en Evangelii Gaudium, “donde se utiliza la metáfora del ‘robar’ de forma muy gráfica y directa”:

  1. ¡No nos dejemos robar el entusiasmo misionero! (EG 80).
  2. ¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora! (EG 83).
  3. ¡No nos dejemos robar la esperanza! (EG 86).
  4. ¡No nos dejemos robar la comunidad! (EG 92).
  5. ¡No nos dejemos robar el Evangelio! (EG 97).
  6. ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno! (EG 101).
  7. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera! (EG 109).

Monseñor Mestre pidió no dejarse arrebatar tampoco “la fe, el optimismo, la paz, la justicia, el diálogo, la confianza, la compresión, el perdón, la misericordia, el servicio… No nos dejemos robar nada de lo bueno que Dios quiere regalarnos hoy y siempre”.

Escuchar la voz del Pastor
Por otro lado, haciendo referencia a las diversas voces que cotidianamente, “desde afuera o desde adentro mismo nos hablan, nos sugieren y, en algunos casos, nos taladran y hasta se nos imponen”, el diocesano afirmó: “En medio de este gran caos de ruido mundanal de voces hay que discernir y escuchar la voz del único Pastor. Hay que superar las interferencias para que la voz del Pastor que lleva a la Vida pueda tener primacía en nuestro corazón. Escuchar su voz que nos llama por nuestro nombre porque nos conoce, ya que somos sus ovejas”.

“Tenemos que escuchar la voz del Pastor en la oración con la Biblia, en la Liturgia de la Iglesia, en la voz del Papa, en el Catecismo de la Iglesia… escuchar la voz de Jesús, que late en los acontecimientos y en la vida de toda la comunidad”, añadió.

Pastorear como Jesús
En cuanto a este punto, el obispo de Mar del Plata recordó que, si bien “el único Buen Pastor con mayúscula es Dios”, Él “elige dentro de su pueblo pastores, para que sean imagen de su presencia”

Así, recordó que “los ministros ordenados pastorean sus comunidades en nombre del Señor”, aunque “también, a la luz del sacerdocio común de los fieles, podemos ver y descubrir que todos somos pastores”.

En efecto, “lo es el catequista, el animador de grupo, el servidor de Cáritas… lo es el papá y la mamá en la familia, los tíos, los abuelos… Son pastores los docentes, los médicos, los voluntarios de una ONG… Todos, de una forma u otra, en la pastoral de la Iglesia, estamos llamados a ser imagen de Jesús el Buen Pastor, llevando y transmitiendo la Vida en abundancia que nos trae el Señor”, afirmó.

Monseñor Mestre concluyó diciendo: “Tenemos que dejarnos pastorear por Jesús para ser nosotros pastorear en nuestro mundo cotidiano”.+