Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. García Cuerva recordó a quienes "se jugaron la vida por la Patria"

  • 2 de mayo, 2020
En el acto conmemorativo del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina
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A 38 años del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina, el 1° de mayo se llevó a cabo en la base aérea militar Río Gallegos un acto conmemorativo. El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, tuvo a su cargo la invocación religiosa.



“Me permito hacer esta invocación religiosa a partir de cuatro palabras: la primera palabra, bautismo, que significa sumergirse. Meterse de lleno, jugarse la vida, comprometerse con todos. Por eso hablamos de bautismo, porque podemos afirmar que los pilotos y todo el personal militar de la Fuerza Áerea, se jugaron la vida por la patria, se metieron de lleno, se comprometieron hasta dar la vida, se sumergieron en la causa de la soberanía nacional, se empaparon de gloria y honor para siempre”, afirmó.



“La segunda palabra: fuego. El fuego refiere a la pasión, a la intensidad, a la luz, a vivir con plenitud. Como escribió Eduardo Galeano, hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento; gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende. De estos fuegos apasionados estaban encendidos los corazones de los hombres que hoy homenajeamos”, señaló.



“Y dos palabras más, con hondo significado en la vida personal de un familiar directo, el piloto mayor Gustavo García Cuerva, ‘Paco’ para los amigos y familiares. La primera de las palabras: Argentino. Justamente era su segundo nombre, llevaba como nombre a la Patria. El orgullo de ser argentino en el documento de identidad, pero también especialmente en la vida, por eso la entregó por nosotros. Encarnó lo que dice Jesús en el Evangelio: ‘No hay amor más grande que dar la vida por los amigos’”, recordó.



“Y la última palabra: Dolores, el lugar en que Gustavo Argentino había nacido. Donde llegó mi tatarabuelo García Cuerva en 1860 desde Sevilla. Dolores, el orgullo familiar, conocido como el primer pueblo patrio, que dio al país a uno de sus hijos, y que hoy nos anima a nosotros, en los tiempos de pandemia, a volar alto, a sostener nuestros ideales, a reanimarnos en la esperanza, a jugarnos de lleno por los demás, a dar la vida por nuestra amada Argentina”, exhortó.



“Señor, que entregaste la vida por nosotros, te pedimos que, así como tus hijos dieron la vida por la Patria, nos animes a nosotros a vivir el mandamiento del amor al prójimo, entregando la vida con pasión y alegría, especialmente por los que sufren. Y a los fallecidos de la Fuerza Aérea Argentina, concédeles Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz que no tiene fin”, rezó.+