Martes 4 de noviembre de 2025

Mons. García Cuerva: 'La muerte es la puerta de la vida'

  • 4 de noviembre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
"La ausencia física de nuestros seres queridos nos duele, pero confiamos en el reencuentro", manifestó el arzobispo de Buenos Aires durante la misa por el día de los fieles difuntos.
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En el día en que la Iglesia celebró la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la Eucaristía del domingo 2 de noviembre en la catedral porteña y llamó a mirar la muerte con esperanza y fe en la resurrección.

El prelado comenzó su homilía recordando el significado original de la palabra difunto, que proviene del latín defunctus, "el que ha cumplido su tarea o misión". "Recordamos a quienes han cumplido su misión en esta parte de la vida. Los hacemos presentes con cariño, porque las únicas personas que mueren son las que olvidamos", señaló el prelado.

García Cuerva dijo, además, que en la sociedad actual se observan distintas actitudes frente a la muerte y una de las más extendidas es negarla o alejarla. Respecto a esto, citó al sociólogo Glassner, autor de Vivir la Muerte, quien afirmaba que "hubo un tiempo en que nadie fingía que no se iba a morir". 

En esa línea, el arzobispo advirtió que hoy "la muerte parece ser un tema prohibido", y que, pese a lo vivido durante la pandemia, se ha vuelto a la tendencia de negarla o maquillarla.

El arzobispo propuso revisar el sentido que se le da a la muerte, porque -dijo-"el sentido que le demos a la muerte es el sentido que le damos a la vida". Cuando se la considera el final de todo, explicó, se cae en la angustia y en el vacío existencial; pero cuando se la entiende como parte de la vida, aparece la esperanza.

Desde esa perspectiva, el prelado invitó a recuperar una visión trascendental, inspirada en la fe cristiana. También citó a San Francisco de Asís, quien definía que "la muerte es la puerta de la vida", y la llamaba "hermana muerte" en el Cántico de las Criaturas. Para García Cuerva, el santo podía verla así "porque la miraba desde Cristo resucitado, desde aquel que dijo: Yo soy la resurrección y la vida".

La muerte vista desde la confianza del reencuentro
En otro tramo de su homilía, el arzobispo porteño retomó una enseñanza del monje benedictino Mamerto Menapace, quien comparaba la existencia con tres etapas de la vida: la primera en el vientre materno, la segunda en este mundo, y la tercera -tras la muerte- como el nacimiento a la vida eterna. "La vida no se nos quita -recordó-, somos invitados a vivirla en una nueva etapa".

También evocó una frase del poeta cubano José Martí, quien decía que "morir es cerrar los ojos para ver mejor", y destacó cómo distintos autores, desde la fe y la poesía, coinciden en que la muerte no es el final, sino el paso hacia una nueva vida.

En referencia al Evangelio del día, García Cuerva recordó el episodio de las mujeres que se acercan al sepulcro de Jesús y escuchan: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado". Para el arzobispo, ese anuncio sigue vigente: "Jesús venció la muerte con su resurrección, y por eso creemos en el reencuentro eterno con nuestros seres queridos".

Antes de concluir, citó al jesuita Rodríguez Olaizola, quien afirma que "las lágrimas son parte del abrazo" e invita a no reprimir el dolor. "La última palabra la tiene la vida, aunque ahora duela", añadió García Cuerva, alentando a los fieles a llorar sin miedo, pero sostenidos en la esperanza de la resurrección.

"La ausencia física de nuestros seres queridos nos duele, pero confiamos en el reencuentro. Creemos de verdad que el Señor está vivo y que con ellos nos volveremos a abrazar", concluyó el prelado.+