Martes 4 de febrero de 2025

Mons. García Cuerva anima a ser 'místicos de ojos abiertos'

  • 4 de febrero, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
En la fiesta de la Presentación del Señor, el arzobispo de Buenos Aires alentó a descubrir los signos de la presencia de Dios en la vida cotidiana y a dejarse iluminar por Cristo, Luz de las Naciones.
Doná a AICA.org

En la fiesta de la Presentación del Señor, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, recalcó que "tanto Simeón como Ana reconocen en ese niño al Hijo de Dios, reconocen la presencia de Dios en ese bebé que está en brazos de María".

En ese marco, animó a "ser místicos de ojos abiertos", es decir, a tratar de buscar y descubrir la presencia de Dios en la hondura de lo real: "En la realidad cotidiana, poder descubrir tantos signos de la presencia de Dios".

Así, tanto en Simeón como en Ana, el prelado descubre "una predisposición a descubrir la presencia de Dios en ese bebé", y señala que ambos "se dejaron conducir por el Espíritu Santo y, si se dejan conducir por el Espíritu Santo, pueden descubrir la presencia de Dios en la vida cotidiana".

"Por eso, quisiera que hoy, en este día de la Presentación del Señor, en que hemos encendido nuestras luces reconociendo nosotros a Jesús, Rey de la Naciones, que esa luz pueda iluminar nuestra vida", planteó.

"Que esa luz, Cristo, pueda iluminar nuestras mentes para poder no solamente quedarnos siempre en lo negativo, siempre quedarnos en aquello que tiene que ver con la crítica, con la queja constante, sino que nos dejemos iluminar por nuestras mentes por el mismo Cristo y podamos descubrir que también tenemos motivos para dar gracias", animó.

El arzobispo porteño concluyó con un deseo de "que nosotros también, dejándonos iluminar por Cristo, podamos después iluminar la vida de tantos".

Por último, reflexionó: "También como pueblo vivimos oscuridades profundas, la oscuridad de la grieta, la oscuridad de los enfrentamientos, la oscuridad de la pobreza, la oscuridad del narcotráfico, la oscuridad de la corrupción, la oscuridad tan profunda que venimos arrastrando de una crisis, por la que muchos hermanos son excluidos y descartados".

"¿Cuánta luz necesita nuestra Argentina también? Es el mismo Cristo, Luz de las Naciones, que hoy viene a nosotros. Ojalá, iluminados por Él entre todos como pueblo argentino, iluminemos también las oscuridades de nuestra patria", finalizó.+