Mons. Colombo ordenó dos nuevos diáconos en Mendoza
- 20 de marzo, 2024
- Mendoza (AICA)
En el marco del año jubilar vocacional y misionero de la arquidiócesis, el prelado destacó "la presencia providente del Señor, que nunca deja de suscitar corazones atentos y vidas disponibles".
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió el 16 de marzo la misa de ordenación diaconal de los seminaristas Damián Villaseca y Kariuki Ngjagi, en la iglesia Nuestra Señora de los Dolores de la capital mendocina.
En el marco del año jubilar vocacional y misionero que vive la arquidiócesis, el prelado destacó “la presencia providente del Señor, que nunca deja de suscitar corazones atentos y vidas disponibles para testimoniar la presencia de su reino entre nosotros”.
Dirigiéndose a Damián y a Kariuki, quienes por la ordenación diaconal se entregaron de modo pleno y definitivo en el ministerio sagrado, al servicio del Señor y de su Iglesia, el arzobispo les recordó que, “quienes tenemos un ministerio, no podemos olvidar que lo hemos recibido para servir con generosidad a los demás”.
En la perspectiva de la lógica del don, el arquidiocesano aseguró que “todo es gratuidad, todo es amor de Dios, que acogemos para sumarnos y ser, a nuestra vez, don para los otros”. Por eso, insistió: “Hoy reciben este ministerio del diaconado, que testimonia la dimensión servidora de la Iglesia”, en la que se consagrarán “al servicio de un pueblo que los espera con mucho amor y necesidad”.
Al respecto, señaló que “ejercerán el diaconado como expresión del amor servicial de Jesús, lejos de los prestigios humanos y de toda superficialidad. Llamados a entregar el don de su ministerio, seguro encontrarán en nuestras comunidades muchos hermanos que los esperan, para tener en ustedes signos vivos del amor jugado y fiel de Jesús”.
“Con la frescura de su juventud y la generosidad de su entrega, ustedes nos hacen presente la mirada de Jesús y del cura Brochero”, sostuvo, y añadió: “Damián, con tu acompañamiento de los niños y sus familias en el Hospital Notti, a veces sin otra posibilidad que llorar con ellos su dolor e impotencia ante la enfermedad o la muerte, o con los hermanos de la calle, a los que servís junto a tu grupo de la parroquia Cristo Rey, preparando el alimento y dándoles de comer cada semana en el turno que les toca; Kariuki, con tu escucha delicada y atenta de personas afligidas, sobre todo de ancianos y pobres, que se te acercan en la parroquia de La Consulta”.
En ese sentido, los animó a “que siempre tengan esa sensibilidad y cercanía, esa mirada y presencia de Jesús”.
“En este año jubilar, vocacional y misionero, recemos por Kariuki y Damián, para que el paso que hoy dan enriquezca a nuestra Iglesia en Mendoza y a toda la Iglesia, que quiere ser servidora de Dios entre los hombres”, concluyó el prelado.+