En su homilía dominical, el arzobispo de Mendoza destacó que confiar en Dios "es apostarlo todo en la entrega a Aquel que es capaz de socorrernos", y animó también a recurrir con confianza al Padre.
En la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, el arzobispo de Mendoza instó a pedir por los más necesitados y a reflexionar sobre la mirada de la Virgen, que intercede por la humanidad.
El arzobispo presidió la fiesta de la Virgen de la Candelaria, a la que consideró una oportunidad para "proclamar con alegría que Dios cumple sus promesas, que Dios no se hace ganar en generosidad".
En la apertura del Año Santo, el arzobispo recordó que la esperanza "no nos pone anteojeras frente a la realidad, sino que nos invita a abrazarla, a amarla y a afrontarla en perspectiva samaritana".