Martes 28 de octubre de 2025

Mons. Castagna: "La familia cristiana, escuela de escucha, reflexión silenciosa y obediencia"

  • 15 de julio, 2016
  • Corrientes (AICA)
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, advirtió sobre "la confusión que se produce en algunas celebraciones litúrgicas, al reemplazar el cordial saludo de la paz por el bullicio incontenible de la plaza pública o de los recintos nocturnos de diversión", pero consideró que "desde la intimidad de la familia se puede y debe incorporar a la vida estos valores principales del recogimiento y de la reflexión". "Como iglesia doméstica, el hogar cristiano es escuela de escucha de la Palabra divina, de reflexión silenciosa y de obediencia", subrayó.
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El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, consideró que la familia cristiana debería tomar el ejemplo del hogar de Betania, donde María y Marta aprenden de Jesús qué es lo humanamente más importante y el valor de la quietud de la contemplación.

"La familia cristiana debería crear ámbitos, semejantes al hogar de Betania, para aprender la lección que María logró para sí y que Marta, gracias a la suave y delicada amonestación de Jesús, pudo aprovechar y hacer propia", sostuvo en su sugerencia para la homilía dominical y exclamó: "¡Qué lejos estamos! ¡Cuánta necesidad manifestamos de su aprendizaje!"

El prelado advirtió sobre "la confusión que se produce en algunas celebraciones litúrgicas, al reemplazar el cordial saludo de la paz por el bullicio incontenible de la plaza pública o de los recintos nocturnos de diversión", pero consideró que "desde la intimidad de la familia se puede y debe incorporar a la vida estos valores principales del recogimiento y de la reflexión".

"Como iglesia doméstica, el hogar cristiano, es escuela de escucha de la Palabra divina, de reflexión silenciosa y de obediencia. Cada comunidad - familiar y religiosa - puede y debe aprender de Betania - y ésta de Nazaret - donde la Verdad encarnada es escuchada humilde e inteligentemente", subrayó.

Texto de la sugerencia
1.- La actividad del servicio y la quietud de la contemplación. Esta visita y entrevista de Jesús, a la casa amiga de Betania, se ha constituido en ícono de la valoración de la contemplación. Se contraponen dos imágenes, para terminar reconciliándose. Me refiero a Marta y a María, las dos hermanas que, con Lázaro, constituyen la gran familia amiga de Jesús. Marta es ejecutiva, pronta al servicio de la casa y hospitalaria. María, en cambio, se ofrece a ser una delicada anfitriona, mediante la atención personal y la cordial conversación. Marta se empeña en que la casa, y su movimiento, concrete el mejor servicio para el dignisimo Amigo. No entiende que su hermana no haga lo que ella y, al contrario, invierta todo su tiempo en contemplar y escuchar al Maestro, inmóvil y tan desinteresada de la abrumadora tarea doméstica. La confianza en el Señor y amigo, la autoriza a presentar su razonable queja: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". (Lucas 10, 40) La respuesta, aunque delicada y afectuosa, es implacable: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada". (Lucas 10, 41-42)

2.- La lección del Maestro desde la experiencia de Marta y de María. En esa simple escena familiar se plantea una cuestión de particular incidencia para la vida de las personas y de las comunidades.¿Qué es lo humanamente más importante? ¿la eficaz actividad empresarial o la quietud de la contemplación? En la respuesta de Jesús a Marta queda expuesto y resuelto el dilema. Una sola cosa es necesaria y María la ha descubierto y elegido. Como recompensa "no le será quitada". Se han difundidos métodos diversos de meditación, provenientes de otras latitudes y culturas, a causa de su valor terapéutico. Nuestro mundo occidental no se acomoda a ellos y fácilmente los descarta como extraños e impracticables. No obstante, existe un misterioso reclamo del espíritu humano por una elemental forma de recogimiento y silencio interior. Únicamente la religión cultiva, con la práctica de la oración, lo que el ser humano necesita para lograr la perfección que le corresponde. La elección de Maria atrae la complacencia del Señor y le ofrece la ocasión de ponderar, en aquella intimidad, el valor del silencio y la contemplación. Hasta que no logremos el descubrimiento, que María obtuvo en la escucha del Maestro, no conseguiremos desplazar la añadidura absorbente que saca de quicio al más equilibrado. Cristo es "la imagen visible del Dios invisible". Concreta el encuentro de "lo único necesario" para un mundo que lo busca como "oveja sin Pastor". Es el Pastor ansiosamente buscado. A partir del encuentro de la fe, producido en el silencio de la contemplación, las cosas cambian y la verdad ocupa su propio sitio en los corazones y en las mentes.

3.- ¿Qué nos dice en la actualidad? Sin un encuentro con el Dios personal todo tipo de meditación es una terapia de poco alcance. El verdadero contemplativo orienta su vida a Dios, como principal referente, y excluye todo otro interés que no sea el Señor hallado y amado. María de Betania experimenta la plenitud de ese encuentro y no se inquieta por los enfados de su hermana. Está tan íntimamente absorta en su Señor y Maestro que nada, ni nadie, logra distraerla de su contemplación. Podemos explicarnos la decisión de los ermitaños de alejarse del mundo exterior para vivir en el silencio y en la soledad. El ser humano está esencialmente llamado a comunicarse con otras personas y, por lo mismo, al amor. Es su destino de perfección. El contemplativo se aparta de la algarabía, que el mundo exterior procura, en sus ruidosos y frívolos encuentros festivos. Al contrario, su corazón está lleno del amor de Dios, hasta el desborde, y considera - todo lo exterior - destructor de la auténtica felicidad. Es así que Dios, como único personalizador del ser racional, crea vinculos que construyen la auténtica comunidad. Cuando una Nación redacta su Carta Magna "invocando la protección de Dios, fuente de roda razón y justicia" (Preámbulo de la Constitución argentina), establece una necesaria y exigente relación con el Señor así invocado.

4.- La familia cristiana y Betania. Debiéramos crear ámbitos, semejantes al hogar de Betania, para aprender la lección que Maria logró para sí y que Marta, gracias a la suave y delicada amonestación de Jesús, pudo aprovechar y hacer propia. ¡Qué lejos estamos! ¡Cuánta necesidad manifestamos de su apredizaje! Advierto la confusión que se produce en algunas celebraciones litúrgicas, al reemplazar el cordial saludo de la paz por el bullicio incontenible de la plaza pública o de los recintos nocturnos de diversión. Desde la intimidad de la familia se puede y debe incorporar a la vida estos valores principales del recogimiento y de la reflexión. Como iglesia doméstica, el hogar cristiano, es escuela de escucha de la Palabra divina, de reflexión silenciosa y de obediencia. Cada comunidad - familiar y religiosa - puede y debe aprender de Betania - y ésta de Nazaret - donde la Verdad encarnada es escuchada humilde e inteligentemente.+