Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Buenanueva: El Espíritu de Cristo nos enseña a vivir como resucitados

  • 22 de noviembre, 2017
  • San Francisco (Buenos Aires)
En una nueva entrega de su columna semanal, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó una vez más sobre el Credo. En esta oportunidad, bajo el título "Vivir como resucitados", el obispo asegura que "Cristo resucitado es el verdadero hombre nuevo. Con su resurrección comienza una nueva posibilidad para la humanidad".
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El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió una vez más su reflexión semanal sobre el Credo en el periódico "La Voz de San Justo".

Bajo el título "Vivir como resucitados", el prelado retomó el párrafo de la carta de San Pablo a los Romanos que los cristianos escuchamos cada año en el momento culminante de la Vigilia Pascual: "¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva".

"El mensaje es claro: para el bautizado, el bautismo es el inicio de una vida nueva. Su existencia quedará para siempre marcada por la pascua de Jesús. Hemos muerto con Él y con Él tenemos una vida nueva", explica el obispo.

Monseñor Buenanueva recuerda que Cristo resucitó por nosotros: la resurrección, detalla, "no es un milagro que le aprovecha sólo a Él", y afirma que si Cristo resucitó "es porque la victoria sobre la muerte es la esperanza más honda de toda la humanidad. Dios quiere la vida, no la muerte. Al resucitar a Jesús, Dios nos ha dicho que esa esperanza no quedará defraudada", agrega.

"Para un cristiano, creer en Dios es creer en el Padre que resucitó a Jesús y que nos resucitará a nosotros con él. Sobre esa confianza se asienta toda nuestra vida", continúa el prelado, y considera que "en la raíz de la vida cristiana no está el esfuerzo del hombre por alcanzar a Dios o alguna forma de perfección ética", sino que "el origen de todo es un don absolutamente gratuito".

"Cristo resucitado es el verdadero hombre nuevo. Con su resurrección comienza una nueva posibilidad para la humanidad", añade y, en palabras de San Pablo, sostiene que "el que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente".

"Vida nueva. Hombre nuevo. Nueva creación. Todo muy bonito. Pero, en concreto ¿de qué se trata?", plantea monseñor Buenanueva, y expone para explicarlo la parábola del Buen Samaritano: "De eso se trata: de hacerse prójimo, cercano y hermano de aquel que está caído. De interrumpir el propio camino para acercarse y animarse a curar las heridas del otro", dice.

"Antes que obra nuestra, esta existencia nueva definida por el amor desinteresado es la obra de Dios en nosotros", insiste el prelado, y agrega: "más precisamente, del Espíritu Santo. Es el Espíritu de Cristo el que, ya ahora, en esta existencia frágil y mortal, comienza a sembrar la vida nueva de la resurrección. Él nos transfigura a imagen de Jesús para que tengamos sus mismos sentimientos, actitudes y gestos. Él nos enseña, en cada momento de nuestra vida, a vivir como resucitados".

"Es el Espíritu el que hace posible en nosotros lo verdaderamente nuevo y definitivo: un corazón que ama, un rostro que mira y una mano que se tiende para aferrar la mano del que está en apuros", concluye.+