Con motivo de la VIII Jornada Mundial de los Pobres, el obispo de San Francisco dedica su reflexión semanal a ese tema, a Jesús y al futuro.
El obispo de San Francisco recordó que "Jesús sabe mirar más allá: en medio de la cizaña, reconoce el buen trigo de su Padre. Así nos mira a nosotros, y nos enseña a mirarnos de la misma manera".
El obispo de San Francisco plantea que "el desafío de la Iglesia hoy es facilitar que todos los sedientos beban del agua viva que Jesucristo ha traído al mundo".
El obispo de San Francisco reflexionó sobre la paradoja evangélica del ciego que ve, y destaca: "Es vida rescatada de la ceguera más dolorosa: la de no saber hacia dónde caminar en la vida".