El obispo de San Francisco, en su meditación sobre la solemnidad de la Santísima Trinidad, se centró en el vínculo personal y libre que nos une con el Creador.
El obispo de San Francisco vinculó la solemnidad de Pentecostés con la Pascua y describió al Espíritu Santo como una "fuerza de reconciliación".
En su reflexión semanal, el obispo de San Francisco se refirió también a la promesa de Jesús de acompañar a sus discípulos hasta el fin de los tiempos.
El obispo de San Francisco, en sus consideraciones para el 6º domingo de Pascua, se refirió a la misión del Espíritu Santo, anunciado por Jesús.