Mons. Adolfo Uriona: 'Tenemos que ser testigos de la presencia de Jesús'

El obispo de Río Cuarto invitó a pedirle a Dios la gracia de "una Navidad donde Jesús pueda nacer verdaderamente en medio de nuestro corazón y en medio de nuestra comunidad".

El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Mons. Adolfo Uriona FDP, presidió la celebración del tercer domingo del tiempo de adviento junto con el presbítero Javier Morelli y el diácono Javier Rinaldi, en la parroquia Santa Catalina de Siena de la localidad cordobesa de Holmberg de Río Cuarto. 

En su homilía, el obispo destacó que la liturgia refiere dos domingos a la figura de Juan el Bautista, al que definió: "Este personaje que tuvo la misión de señalar el camino del Señor, tuvo la misión de preparar el corazón de los israelitas en ese momento que tenían una gran expectativa mesiánica para recibir el mesías, para recibir al Señor".

"Lo hemos escuchado el domingo pasado, pero aquí el evangelista Juan pone un énfasis muy especial para destacar la diferencia que hay entre Juan el Bautista y Jesús, y destaca fundamentalmente esa gran diferencia cuando la gente, ante una fuerte personalidad como era la del Juan el Bautista, pensaban que era el mesías, y le preguntan, ´¿quién eres tú?´, dice: ´yo no soy el mesías, no soy Elías. Soy una voz que clama en el desierto, preparen el camino del Señor´”, diferenció.

Y en esta línea, continuó: “Juan el Bautista dice ´soy alguien que indica el camino, yo no soy el camino´. Juan era muy ubicado en su misión: es el testigo que señalará el camino de Jesús”. 

“Cuando viene Jesús, envía sus primeros discípulos, a los apóstoles, los envía también como testigos: ´vayan y anuncien a todo el mundo, sean testigos de lo que yo les he enseñado y lo que han visto y oído´. Así como Juan fue testigo de la presencia de Jesús, los discípulos que vendrán después de Jesús tendrán que ser también testigos. Incluso los primeros apóstoles, en su inmensa mayoría murieron mártires”, añadió.

En este sentido, monseñor Uriona explicó que la palabra mártir significa “testigo” en el idioma griego, y que esta es una misión para todos los cristianos. “Los mártires, en primerísimo plano, y los santos, son los testigos privilegiados que nos anuncian la venida de la salvación, nos anuncian la presencia del Señor, el Salvador, y nosotros también tenemos que mirarnos, espejarnos en ellos. Tenemos que mirar los mártires y a los santos para ser también nosotros testigos de la presencia de Jesús”, puntualizó.

“También los Santos corrieron el riesgo y tuvieron la tentación por su personalidad, por su atracción de que la gente lo siguiera a ellos,  y no a Jesús, como le pasó a Juan Bautista. Los santos siempre se preocuparon para mostrar que todo lo que ellos hacían era obra del Señor, era gracia de Dios. También nosotros como Juan el Bautista, como los santos, tenemos la misión de señalar a los demás el camino de Jesús, señalar a los demás la presencia de Jesús. Esa es la misión de todo bautizado y lo tenemos que hacer nunca poniendo la mirada en uno mismo, ¿eh?, sino siempre poniendo la mirada en Jesús y mostrarlo a Él a los otros”.

Para finalizar, monseñor Uriona invitó a pedir al Señor la gracia de “prepararnos convenientemente para celebrar una Navidad con fruto, una Navidad donde Jesús pueda nacer verdaderamente en medio de nuestro corazón y en medio de nuestra comunidad”. +