Jueves 21 de noviembre de 2024

Los dos cardenales venezolanos acusan a Maduro de estar 'fabricando otras actas'

  • 6 de agosto, 2024
  • Caracas (Venezuela) (AICA)
Los arzobispos eméritos de Caracas y Cumaná opinan que el recurso de Maduro ante el Tribunal Supremo del país es una estrategia para ganar tiempo mientras termina de acuñar el fraude electoral.
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Los dos cardenales venezolanos Diego Padrón y Baltazar Porras escribieron una dura carta conjunta contra Nicolás Maduro. En la misiva, titulada "Una reflexión fraterna y en comunión ante la realidad nacional", afirman que el presidente venezolano busca "ganar tiempo" con el recurso ante el Tribunal Supremo, para inventar "una narrativa favorable a su victoria electoral no demostrada".

Ambos arzobispos eméritos, uno de Cumaná y el otro de Caracas, lamentan que el Gobierno no reconozca la "verdad electoral" y considere "enemigos a todos los que no aprueben su conducta". En el mismo escrito, afirman que es por ello que Maduro tomó la decisión, respecto de los miembos de la oposición, de "aniquilarlos con la represión, la cárcel, la violencia y la lógica de un golpe de Estado construido ad hoc".

Pero, sobre todo, los purpurados advierten de la maniobra que podría estar tramando Maduro. Sostienen que el gobierno está demorando la entrega de las actas con los verdaderos resultados porque "hay indicios de que el régimen está 'fabricando' otras actas, acomodadas a su interés". Hay constancia de que "se ha intimidado a responsables y testigos de mesas opositoras para que las firmen". Por ello, los cardenales hablan claramente de "fraude" y "usurpación", y concluyen: "Se han traspasado todas las barreras que pudieran dar legitimidad al régimen".

Para Porras y Padrón, entonces, Maduro estaría ganando tiempo para producir nuevas actas falsificadas, gracias a la estrategia de judicializar el proceso post electoral: "El presidente de la República en persona introdujo un recurso ante la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la máxima instancia nacional, desconociendo la autonomía del Poder Electoral y solicitando que sea el Poder Judicial quien dirima el conflicto. Con esta acción, el gobierno, que controla al árbitro supremo, lo utilizará a su favor, y con la discusión jurídica del asunto 'distraerá', ganará tiempo y, mientras tanto, intentará crear una nueva opinión pública, un relato o una narrativa favorable a su victoria electoral no demostrada. Esta nueva fase está en pleno desarrollo".

"¡Será la lucha de David contra Goliat!", sentencian ambos purpurados.

Al estilo nicaragüense
Además, se hacen eco de un preocupante fenómeno y es que se estén dando los primeros pasos hacia un "estilo de gobierno nicaragüense", en lo referente a la persecución religiosa. Informan al respecto que algunos sacerdotes y obispos han recibido amenazas de gobernadores y alcaldes oficialistas, que los han tildado de "políticos agazapados vendidos al imperialismo".

Los cardenales afirman en su carta que los pastores ya "no somos ni podemos ser neutrales", porque "los principios no se negocian, pero tienen que ser cotejados con la realidad, para que incidan en las necesidades reales y sentidas de la gente". Indican, al mismo tiempo, que la Iglesia está llamada a acompañar espiritualmente al pueblo y a ser constructora de paz, pese a toda la rabia e impotencia acumulada.

Por otro lado, los cardenales Padrón y Porras pronostican que Nicolás Maduro tratará de pedir a la Iglesia su mediación para favorecer el diálogo, "bajo la premisa de reconocer la proclamación de los resultados por el Consejo Nacional Electoral y sobre todo, la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia". 

No obstante, consideran "inadmisible" responder a esa propuesta, ya que sería "ignorar el fraude evidente, la usurpación manifiesta, desconocer la soberanía popular inequívocamente expresada y el consecuente derecho a expresar pacífica, pero decidida y firmemente, la legítima protesta", concluyen.+