Sábado 20 de abril de 2024

"Lo grande se hizo pequeño"

  • 27 de diciembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
"Una mamá embarazada es un signo de esperanza y un bebé recién nacido es causa de alegría. Pero el Niño Dios, nacido hace dos milenios en la periferia del mundo, es la fuente de la mayor alegría de la historia, porque el más grande, que se hizo el más pequeño, trae la esperanza de transformar el poder en servicio y la violencia en paz", afirma en una nota publicada en el diario La Nación en la víspera de Navidad, el Pbro. Carlos María Galli, que acaba de regresar de Roma, donde participó de la reunión de la Comisión Teológica Internacional de la que es miembro, y asistió a la presentación de la edición italiana de su libro "Dios vive en la ciudad" (Dio vive in cittá), publicado por la editorial vaticana.
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"Una mamá embarazada es un signo de esperanza y un bebé recién nacido es causa de alegría. Pero el Niño Dios, nacido hace dos milenios en la periferia del mundo, es la fuente de la mayor alegría de la historia. Lo cantaba un texto de la obra Navidad nuestra, compuesta por Ariel Ramírez y Félix Luna. "Dos mil años hace / que ha nacido Dios / el mundo está viejo / pero el Niño no."

"Este Niño es la verdadera novedad que hace nacer y renacer la alegría. Con este gozo se puede cantar la gloria de Dios para buscar la paz en la Tierra. Ésta es la revolución de la ternura que comenzó en la noche buena de Belén. El más grande, que se hizo el más pequeño, trae la esperanza de cambiar el corazón y transformar el poder en servicio y la violencia en paz".

Con estos conceptos cierra una nota, publicada por el diario La Nación en la víspera de Navidad, el teólogo argentino, presbítero Carlos María Galli, profesor en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA), quien acaba de regresar de Roma, donde además de participar de la reunión anual de la Comisión Teológica Internacional, de la que es miembro, asistió a la presentación de la edición italiana de su libro "Dios vive en la ciudad" (Dio vive in cittá), publicado por la editorial vaticana.

A lo largo de su medulosa nota Galli se dedica a señalar cómo "lo más grande se hace lo más pequeño", y lo dice con numerosas citas de diversos autores, entre los cuales Joseph Ratzinger quien comentando una máxima jesuítica dice que, "si dejamos ingresar en el mundo el amor divino, lo mínimo se vuelve máximo", porque "la lógica del amor supera la estrechez geométrica: hace grande lo pequeño y pequeño lo grande".

También cita a un Jorge Bergoglio de 45 años, en una reflexión titulada "Conducir en lo grande y en lo pequeño", donde muestra "un modo de sentir propio del corazón de Dios, que valora los pequeños gestos de amor inspirados en los grandes horizontes del Reino de Dios".

"En 2014 -señala el presbítero Galli hacia el final de su nota- volvemos a escuchar esta confesión de fe convertida en una oración navideña: "Tú, que siendo fuerte te hiciste débil; Tú, que siendo rico te hiciste pobre; Tú, que siendo grande te hiciste pequeño". La humildad del Dios, que se hizo chiquito, desafía a quienes se engrandecen a sí mismos y, para eso, descartan a los demás", porque "los que se endiosan a sí mismos e idolatran su poder infligen inmensos sufrimientos y humillaciones a los otros seres humanos. Algún día caerán, como cayeron los emperadores antiguos y los dictadores modernos. Por el contrario, el pesebre de Belén nos invita a ingresar en una lógica distinta para mirar y transformar el mundo: el más humilde y el más pobre hace presente al Dios hecho Niño. Es el poder del pequeño, el menor, el mínimo. Esta sabiduría de la humildad invita a hacerse pequeño sin caer en pequeñeces y aspirar a cosas grandes sin agrandarse. Trae esa nobleza que supera la soberbia y esa sencillez que aleja la mezquindad".

"En la Navidad -concluye Galli- resuena el anuncio de una gran alegría: "Encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre".+