Viernes 26 de abril de 2024

La Iglesia en Uruguay agradece a Benedicto XVI su pontificado

  • 15 de febrero, 2013
  • Montevideo (Uruguay)
Ante la renuncia de Benedicto XVI a su ministerio como obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) emitieron un comunicado, firmado por monseñor Carlos M. Collazzi SDB, obispo de Mercedes y presidente de la CEU, en la que "con afecto filial" y fidelidad eclesial presentan al Santo Padre su respeto por "la decisión, tomada en ejercicio de su libertad y de su responsabilidad".
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Ante la renuncia de Benedicto XVI a su ministerio como obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) emitieron un comunicado, firmado por monseñor Carlos M. Collazzi SDB, obispo de Mercedes y presidente de la CEU, en la que "con afecto filial" y fidelidad eclesial presentan al Santo Padre su respeto por "la decisión, tomada en ejercicio de su libertad y de su responsabilidad".

Recogiendo los sentimientos de los católicos del Uruguay, expresamos al Papa nuestra honda gratitud:- por su magisterio, que desde su primera encíclica "Dios es Amor" puso de relieve el corazón de nuestra fe,

- por sus valientes decisiones e intervenciones para sanar a la Iglesia, pedir perdón cuando ha sido necesario y buscar en todo momento que la vida de los creyentes y de sus pastores esté profundamente anclada en Cristo,- por su cercanía pastoral, expresada en sus significativas visitas, como la participación en la Conferencia de Aparecida y la más reciente a México y a Cuba,

- por convocar el Año de la Fe que estamos celebrando.

Exhortamos a todos los católicos de Uruguay, en este tiempo de Cuaresma que iniciamos, a unirnos en oración con toda la Iglesia por Benedicto XVI, para que el Señor le dé consolación y paz y pueda seguir sirviendo a la Iglesia tal como él propone, con una vida dedicada a la plegaria.

Oremos asimismo para que el Espíritu Santo ilumine a quienes tendrán la delicada tarea de elegir a su sucesor en el cónclave que habrá de convocarse y por la persona de quien resulte electo, para que sea el Pastor según el Corazón de Jesús que afiance a la Iglesia en la Comunión y la Misión.+