Jueves 28 de marzo de 2024

Jornada Mundial del Enfermo: "La vida es sagrada y pertenece a Dios"

  • 10 de febrero, 2020
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
"La vida es sagrada y pertenece a Dios, por lo tanto, es inviolable y no se puede disponer de ella: la vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que se inicia hasta que termina"
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“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo lo aliviaré”, es el lema que guía la XVIII Jornada Mundial del Enfermo, que la Iglesia universal celebra el martes 11 de febrero, en la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, y en la Argentina se vuelve a celebrar en esta fecha.



En este contexto, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud y obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA, envió un mensaje a la comunidad en el que expresó: “Jesús es nuestro alivio y consuelo, es el que sabe mirar de verdad y en verdad, la humanidad herida, sin descartar a nadie y entregándose con su propia vida”.



Citando el mensaje del papa Francisco, que dice a los enfermos que ellos “cansados y agobiados, son los que atraen la mirada y el corazón de Jesús”, les dijo que “en Él se encuentra la fuerza y la luz para esos momentos de la ‘noche’ del cuerpo y del espíritu”. Les recordó que la Iglesia quiere ofrecerles a los enfermos “la casa donde encontrarán a quienes les ayuden a llevar la cruz y curar las heridas convirtiéndolas en ‘claraboyas’ por las que se puede ver el horizonte, más allá de la enfermedad”.



Los voluntarios de la pastoral de la salud deben ser “descanso y consuelo para los demás hermanos con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro”, dijo el prelado, porque “siempre está primero la persona y luego su enfermedad por lo que nuestras acciones deben tener ‘constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible’”.



En este sentido, destacó que “la vida es sagrada y pertenece a Dios, por lo tanto, es inviolable y no se puede disponer de ella: la vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que inicia hasta que termina”.



Luego se refirió a la objeción de conciencia como “un derecho humano fundamental que ningún gobierno y menos los democráticos, deben limitar, ignorar o prohibir de ninguna manera. Sería un retroceso negacionista de los derechos de los ciudadanos y de la convivencia democrática y plural”, mencionó monseñor Bochatey realzando la defensa de toda vida. Y agregó: “La profesionalidad de todos los agentes sanitarios, animada por la caridad cristiana, será el mejor servicio al verdadero derecho humano, el derecho a la vida”.



Finalmente, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud expresó el agradecimiento “a todos los voluntarios por su trabajo, que suple en muchos casos las carencias estructurales y reflejan la imagen de Cristo el Buen Samaritano”, y saludó a “los enfermos y a sus familiares y cuidadores, confirmándoles la cercanía de nuestra oración, nuestra acción y compromiso humano y pastoral”.+