Viernes 26 de abril de 2024

Francisco en Azerbaiyán: "La fe fructifica si nosotros ponemos nuestra parte"

  • 2 de octubre, 2016
  • Baku (Azerbaiyán) (AICA)
Poco después de su llegada a Azerbaiyán, en la última jornada de su visita al Cáucaso, el papa Francisco presidió una misa en el Centro Salesiano de Bakú, donde se refirió a la fe como "un don que vale la vida entera, pero que fructifica si nosotros ponemos nuestra parte".
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Tras dos días en Georgia, el Papa arribó hace algunas horas a Azerbaiyán, donde concluye hoy su visita al Cáucaso. Poco después de su llegada a la capital, presidió una misa en el Centro Salesiano, de la que participó un grupo de fieles, y algunas hermanas de la Caridad.

En su homilía, el Papa se dirigió a la comunidad: "Son un pequenño rebanño pero de gran valor a los ojos de Dios", afirmó. Al hablar de la fe, expresó que "no es una fuerza mágica que baja del cielo", y mencionó la estrecha unión que debe haber entre fe y servicio.

"Dios cambia el mundo cambiando nuestros corazones, y esto no puede hacerlo sin nosotros", subrayó Francisco, y agregó que cuando Dios encuentra un corazoen abierto y confiado, allie puede hacer sus maravillas. "Este abrirnos a él, esta confianza en él es precisamente lo que ha vencido al mundo: nuestra fe", señaló.

Luego, el Papa explicó que la fe es un don de Dios y "hay que pedirla siempre", pero "tambieen requiere que nosotros la cultivemos", y recordó que la fe "no es una fuerza maegica que baja del cielo", ni "un superpoder que sirve para resolver los problemas de la vida".

La fe es un hilo de oro que nos une al Senñor, señaló el pontífice: "Es un don que vale la vida entera, pero que fructifica si nosotros ponemos nuestra parte".

"Fe y servicio no se pueden separar, estaen estrechamente unidas, enlazadas entre ellas", indicó. El servicio no es sólo "ser fieles a nuestros deberes o en hacer alguna obra buena". Jesues pide "una disponibilidad total, una vida completamente entregada, sin caelculos y sin ganancias".

"Cuando a la fe se enlaza el servicio, el corazón se mantiene abierto y joven, y se ensancha para hacer el bien. Entonces la fe, como dice Jesús en el Evangelio, se hace fuerte y realiza maravillas. Si avanza por este camino, entonces madura y se fortalece, a condición de que permanezca siempre unida al servicio."

"No estamos llamados a servir soelo para tener una recompensa, sino para imitar a Dios, que se hizo siervo por amor nuestro", y recordó que no hay que servir "de vez en cuando", sino "vivir sirviendo".

Francisco advirtió a los fieles sobre no dejar que el corazón se vuelva tibio, ya que "el que es tibio vive para satisfacer sus comodidades, que nunca son suficientes, y de ese modo nunca estae contento; poco a poco termina por conformarse con una vida mediocre".

El otro peligro que mencionó fue el de ser "demasiado activos", pensar como duenños, trabajar soelo para ganar prestigio y llegar a ser alguien, porque de esa manera "el servicio se convierte en un medio y no en un fin, porque el fin es ahora el prestigio, despuees vendrae el poder, el querer ser grandes".

El Pontífice concluyó con una reflexión hacia la comunidad: "Cada uno de ustedes como un espleendido hilo de seda", afirmó, pero "soelo si los distintos hilos estaen bien entrelazados crean una bella composicioen; solos, no sirven", advirtió al pedirles que permanezcan unidos en caridad y alegría. El Señor, que crea armonía en la diferencia, los custodiará, afirmó a la pequeña comunidad católica que lo acompañaba.

En sus palabras finales, pidió la intercesión de la Virgen Inmaculada y de los santos, en particular de Santa Teresa de Calcuta, "los frutos de cuya fe y servicio están entre ustedes", aseguró.+

Texto completo de la homilía del Santo Padre