Jueves 21 de noviembre de 2024

Fieles chinos rezaron por la beatificación de Matteo Ricci en la catedral de Pekín

  • 19 de abril, 2023
  • Pekín (China) (AICA)
Una delegación de la diócesis de Hong Kong encabezada por su obispo, monseñor Stephen Chow SJ, participó de la vigilia de oración por el misionero jesuita, declarado venerable en diciembre pasado.
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La comunidad eclesial de la catedral de Pekín, dedicada al Santísimo Salvador, organizó el lunes 17 de abril una solemne vigilia de oración por la beatificación del venerable Matteo Ricci, -misionero jesuita conocido en China con el nombre de Li Madou-, de la que participó el obispo de Hong Kong, monseñor Stephen Chow SJ, en el marco de la visita que está realizando a la arquidiócesis de Pekín durante esta semana.

Monseñor Chow, jesuita como Matteo Ricci, fue recibido por el arzobispo de Pekin, monseñor Li Shan, quien también es presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos desde el verano pasado. Se trata del primer obispo de Hong Kong en realizar una visita oficial a la diócesis de Beijing desde que la antigua colonia británica regresó a China, en 1997. En 2008, el entonces obispo coadjutor, monseñor John Tong había sido invitado a participar en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, pero no se le permitió conocer a monseñor Li Shan.

Frente al altar, se destacaba una imagen de Matteo Ricci, a quien el papa Francisco declaró venerable el pasado mes de diciembre, con la promulgación del decreto sobre sus virtudes heroicas, primer paso hacia la beatificación.

Durante la vigilia del lunes, se rezó la oración preparada por la diócesis de Hong Kong para pedir al Señor la beatificación del venerable. "A través de su ejemplo excepcional -reza la oración- se reavive nuestro celo misionero, para que aprendamos a practicar la Verdad en el amor en nuestra vida cotidiana y ayudemos a los demás, especialmente a nuestros hermanos y hermanas chinos, a conocerte y amarte".

Los laicos de la catedral de Pekín organizaron también una exposición de fotografías, que documentan la obra del gran misionero. En un futuro próximo, se están preparando una serie de iniciativas para reavivar el espíritu misionero y la obra de Matteo Ricci. Entre ellas, el proyecto de crear un "itinerario/peregrinación" tras las huellas de este jesuita en China continental. Un itinerario que no adoptará la forma de una simple "visita turística", sino que recorrerá con devoción un trayecto destinado a pasar por todos los lugares significativos vinculados a la misión de Matteo Ricci en suelo chino: de Zhaoqing (donde estuvo de 1589 a 1595) a Nanchang (donde fue nombrado superior de la misión y recibió órdenes de ir a Pekín), pasando por Nanjing (donde conoció a Paul Xu Guangqi, uno de sus más importantes amigos y benefactores, que recibió el bautismo del misionero jesuita), hasta su llegada a Pekín, donde murió y fue enterrado.

Monseñor Chow -quien está acompañado por el vicario general, el padre Peter Choy, y el obispo auxiliar, monseñor Joseph Ha- permanecerá en Beijing hasta el viernes, y se espera que visite y conozca lugares y realidades significativos de la comunidad católica "oficial", incluido el seminario teológico, donde estudian muchos de los futuros sacerdotes chinos. Al anunciar este viaje -que se realiza por invitación de la arquidiócesis de Beijing- el pasado 9 de marzo, monseñor Chow había subrayado "la misión de la diócesis de Hong Kong de ser una Iglesia puente y de promover intercambios e interacciones entre las dos partes".

"La visita del obispo Chow –subrayó el padre Matthew Zhen Xuebin, canciller de la diócesis de Pekín- representa una oportunidad de intercambio entre las dos Iglesias locales". Su visita "nos permitirá comprendernos y aprender el uno del otro", concluyó el sacerdote.

El misionero Matteo Ricci (Macerata 1552 - Beijing 1610) es el único extranjero al que el emperador concedió el privilegio de ser enterrado en el cementerio imperial. Actualmente, se incluye su figura en los libros de texto de China. Su causa tuvo un itinerario más que accidentado. Durante varios siglos, el jesuita fue indebidamente relacionado con la controversia de los ritos chinos de veneración a los antepasados, lo que perjudicó su figura gravemente, ya que dichos ritos fueron condenados por las autoridades vaticanas en 1742, para ser admitidos posteriormente en 1939. Sin embargo, a partir de san Juan XXIII, los papas valoraron públicamente la relevancia pastoral y cultural del misionero jesuita.

Matteo Ricci murió en Beijing el 11 de mayo de 1610, a la edad de 57 años, y allí descansa, en el cementerio jesuita que ahora está incluido en el gran jardín de la escuela del Partido Comunista (Beijing Administrative College). No obstante, debido a la particular situación que atraviesan las relaciones de la Iglesia con el Gobierno chino, la causa de beatificación de Ricci se asignó a su diócesis de origen, Macerata.+