Encuentro fraterno de los obispos del NEA tras la Peregrinación a Itatí

Como es ya habitual, tras la Peregrinación Juvenil a Itatí, los prelados de las diócesis que participaron de ese"momento intenso" realizaron una reunión fraterna.

Los obispos de la Región del Nordeste compartieron una reunión fraterna, “marcada por la gratuidad, mate de por medio, para conversar, sin agenda, de los temas que fueran surgiendo”, tras haber participado activamente de la 44º edición de la Peregrinación Juvenil a la basílica de Nuestra Señora de Itatí, que reunió durante el último fin de semana a miles de jóvenes, bajo el lema "Con María, vayamos sin demora al encuentro de Jesús".

La marcha juvenil reunió a delegaciones parroquiales de las arquidiócesis de Corrientes y Resistencia, y de las diócesis de Formosa, Goya, Oberá, Posadas, Puerto Iguazú, Reconquista, San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Santo Tomé, y sus respectivos obispos se hicieron presentes, aún en la víspera de la caminata, para estar cerca de los jóvenes, ofrecerles un espacio para la confesión y la bendición,  e incluso algunos de ellos se sumaron a la peregrinación para compartir el camino con los caminantes. 

El momento más “emotivo” fue la celebración de la misa central, que presidió el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, y que concelebraron monseñor Adolfo Canecín (Goya), Gustavo Montini (Santo Tomé) Adolfo Larregain, OFM (obispo auxiliar de Corrientes),   Damián Bitar (Oberá), Ricardo Faifer (obispo emérito de Goya), Juan Rubén Martínez (Posadas), Ramón Alfredo Dus (Resistencia), Nicolás Baisi (Iguazú), José Vicente Conejero (Formosa) y Hugo Barbaro (Roque Sáenz Peña).

La peregrinación es para los pastores de la región un momento intenso y consideran que es, quizás, la actividad juvenil del NEA más concurrida, no solo desde la perspectiva eclesial sino civil y social. 

“Para los participantes, destaca una nota del arzobispado de Corrientes, fue “una fiesta una celebración muy linda, intensa, renovadora”. De ahí que la reunión fraterna que compartieron los obispos antes de regresar a sus respectivas diócesis fue “un espacio que no siempre puede darse, marcado por la gratuidad, una charla sobre los temas más variados que fueron surgiendo, sin agenda estricta: experiencias personales, las vivencias de las comunidades de sus iglesias. Hablaron sobre el momento religioso que se vive, los desafíos que entraña, el momento social, político y cultural”, entre otros diversos temas, precisaron desde la arquidiócesis correntina.

“Estos espacios anuales de encuentro -concluye la nota- son muy valorados por los obispos del NEA, les hace mucho bien, cómo a todos, encontrarse, conversar y rezar juntos”.+