Viernes 26 de abril de 2024

El Santo Padre destaca la misión de los nuncios y los alienta en su tarea

  • 21 de junio, 2013
  • Ciudad del Vaticano
El Papa recibió este viernes 21 de junio en audiencia a los representantes pontificios, con ocasión del Año de la Fe, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, donde advirtió que en esta vida "nómada" existe el peligro, incluso para los hombres de Iglesia, de "ceder al espíritu del mundo, que te hace actuar por la propia realización y no por la gloria de Dios, esa especie de ?burguesía del espíritu y de la vida?, que incita a acomodarse, a buscar una vida confortable y tranquila".
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El Papa recibió este viernes 21 de junio en audiencia a los representantes pontificios, con ocasión del Año de la Fe, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Tras las palabras del cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre se dirigió a los nuncios con "simples pensamientos", "palabras no formales sino provenientes de dentro del corazón", sobre algunos aspectos que calificó de existenciales sobre la labor que desempeñan los representantes pontificios.

"Vuestra vida -dijo- es una vida de nómadas. Cada tres, cuatro años... cambian de lugar, pasan de un continente a otro, de un país a otro, de una realidad de Iglesia a otra, a menudo muy diferentes; siempre con la maleta en la mano. Y esto implica la mortificación, el sacrificio de despojarse de cosas, de amigos, de relaciones y comenzar siempre desde cero. Esto no es fácil".

Francisco recordó las palabras con las que el 25 de abril de 1951, el entonces sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Giovanni Battista Montini -que fue el papa Pablo VI- describió la figura de los representantes pontificios: "uno que es realmente consciente de llevar a Cristo consigo". Con esto Francisco aclaró que "los bienes, las perspectivas de este mundo terminan por decepcionar, incitan al no estar nunca satisfechos; el Señor es el bien que nunca decepciona".

El Papa no olvidó mencionar, que en esta vida "nómada" existe el peligro, incluso para los hombres de Iglesia, de ceder a lo que él denominó reutilizando una expresión del teólogo Henri De Lubac, "mundanidad espiritual". "Ceder al espíritu del mundo, que te hace actuar por la propia realización y no por la gloria de Dios, esa especie de ?burguesía del espíritu y de la vida?, que incita a acomodarse, a buscar una vida confortable y tranquila".

"¡Somos pastores, y esto no tenemos que olvidarlo nunca! Ustedes, representantes pontificios, son presencia de Cristo, sois presencia sacerdotal, de pastores... ¡Hagan siempre todo con profundo amor! ?les pidió el Papa- incluso en las relaciones con las autoridades civiles y con los colegas...busquen siempre el bien, el bien de todos, el bien de la Iglesia y de cada persona".

El Santo Padre quiso concluir destacando una de las tareas principales y más delicadas del servicio de los representantes, la de llevar a cabo el estudio para los nombramientos episcopales: "Estén atentos a que los candidatos sean pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, que sean amables, pacientes y misericordiosos. Que amen la pobreza, tanto la interior como libertad para el Señor como la exterior que es sencillez y austeridad de vida, que no tengan una psicología de "príncipes". Estén atentos a que no sean ambiciosos, a que no busquen el episcopado - volentes nolumus- y a que sean esposos de una Iglesia, sin estar constantemente buscando otra.

"Que sean capaces de ?cuidar? el rebaño que les fue confiado, de tener cuidado de todo lo que les mantenga unidos; de ?vigilarlo?, de prestar atención a los peligros que amenazan. Pero por encima de todo que sean capaces de ?velar? el rebaño, de cuidar la esperanza, de que haya sol y luz en los corazones, de apoyar con amor y con paciencia los planes que Dios tiene para su pueblo", concluyó.+