Viernes 19 de abril de 2024

El Papa al clero venezolano: "Sigan trabajando con gozo y decisión"

  • 20 de enero, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco se dirigió a los sacerdotes y obispos venezolanos reunidos para tratar el trabajo durante la pandemia. "No se fracturen, siempre hay posibilidad de unirse", les dijo.
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Durante los días 19 y 20 de enero, el clero venezolano junto con sus obispos tuvo un encuentro virtual para tratar el tema: “Nuestros sacerdotes en la pandemia: su experiencia y ejercicio ministerial en este período". El papa Francisco les envió un videomensaje, animándolos a “seguir trabajando unidos, sin fracturarse".

Francisco agradeció a Dios la oportunidad de poder compartir con todos, "en espíritu de fraternidad ministerial", sus experiencias sacerdotales, "sus cansancios, sus incertidumbres, sus anhelos y su convicción de llevar adelante la obra de la Iglesia, que es la obra del Señor".

El Santo Padre citó el pasaje del Evangelio de Marcos, que relata cómo los apóstoles al regresar de la misión a la que Jesús los había enviado, volvieron a reunirse con Él: "Le contaron todo lo que habían hecho, todo lo que habían enseñado. Luego, Jesús los invitó a irse, solos con Él, a un lugar desierto a descansar un poco".

Con este ejemplo les dijo que ser pastores de la Iglesia en el contexto actual, los llama a actuar de una manera fraterna, es decir compartiendo siempre los acontecimientos vividos: “No podemos actuar solos, aislados, autosuficientes, con agendas encubiertas. Es indispensable que volvamos siempre a Jesús, que nos reunamos en fraternidad sacramental, para contarle y contarnos entre nosotros ‘todo los que hemos hecho y enseñado’, con la convicción de que no es obra nuestra sino de Dios. Él es quien nos salva, nosotros sólo somos instrumentos en sus manos”.

Luego les marcó a los sacerdotes dos principios "que nunca se deberían perder de vista", y que garantizan el crecimiento de la Iglesia si nosotros somos fieles: "El amor al prójimo y el servicio de los unos a los otros". Estos dos principios están "anclados en las dos instituciones que Jesús lleva a cabo en la Última Cena", y que son el fundamento, por decirlo de algún modo, de su mensaje: "La Eucaristía, para enseñar el amor, y el lavatorio de pies, para enseñar el servicio. Amor y servicio juntos, si no, no va", añadió Francisco.

Por otro lado, el Pontífice señaló que el Señor quiere que seamos especialistas en la tarea de amar a los demás, "siendo capaces de mostrarles en la sencillez de pequeños gestos cotidianos de cariño y atención, la caricia de la ternura divina". “Nos quiere también servidores de nuestros hermanos, pero servidores humildes, porque es Jesús quien nos envía y nos recuerda que el siervo no es más grande que su Señor, ni el enviado es más grande de quien lo ha mandado. Hay que reavivar en la vida el deseo de imitar al Buen Pastor, y aprender a ser ‘siervos’ de todos, particularmente de los hermanos y hermanas menos afortunados y tantas veces descartados, y que, en este tiempo de crisis, ellos se sientan acompañados, sostenidos, y amados”.

Francisco invitó a los sacerdotes y obispos de Venezuela a seguir adelante, "trabajando con gozo y decisión, en su labor pastoral, renovando el don de sí mismos al Señor y a su pueblo santo" y les agradeció "el testimonio de amor y de servicio a los hermanos y hermanas venezolanos", manifestado en su atención a los enfermos, a quienes han llevado la fuerza de la palabra de Dios y la Eucaristía; sin olvidar "su acompañamiento al personal médico, paramédico y voluntarios que asisten a los pacientes en esta pandemia; en su diligencia por socorrer a los pobres y excluidos, por los que carecen de lo necesario para sobrevivir y salir adelante dignamente".

Finalmente los encomendó a la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto y de san José: "Que el Señor bendiga el trabajo de ustedes, sus ilusiones, sus buenos deseos y, sobre todo, bendiga la unidad de ustedes. No se fracturen. Siempre hay una posibilidad de unirse; como siempre hay también una posibilidad de aislarse y crear una actitud del corazón sectaria, fuera de la unidad de la Iglesia", concluyó.+