Viernes 19 de abril de 2024

El padre Pepe Di Paola alerta que armas y drogas son "dos negocios fuera de control"

  • 10 de abril, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
El presbítero José María "Pepe" Di Paola afirmó que en la Argentina hay dos negocios fuera de control: "las armas y las drogas". Consideró que "hay una ausencia del Estado pero también de la sociedad civil" y alertó que desde que comenzó su actividad sacerdotal en las villas, en 1997, pudo observar un "crecimiento exponencial del consumo de drogas" entre los adolescentes y jóvenes.
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El presbítero José María "Pepe" Di Paola, que realiza su tarea pastoral en la Villa La Cárcova, del partido bonaerense de San Martín, afirmó que en la Argentina "hay dos negocios fuera de control: las armas y las drogas".

El sacerdote criticó que mientras se analiza "si se baja o no la edad de imputabilidad" a los adolescentes, "no se discute en serio quién maneja las armas y las drogas".

"Hay dos negocios que están fuera de control: las armas y las drogas. Los curas villeros lo denunciamos hace mucho tiempo", sostuvo el "padre Pepe", como también se lo conoce, durante una charla en el campus de la Universidad de San Andrés.

El padre Di Paola dijo que desde que comenzó su actividad sacerdotal en las villas, en 1997, pudo observar un "crecimiento exponencial del consumo de drogas" entre los adolescentes y jóvenes.

"Hay una ausencia del Estado pero también de la sociedad civil: la escuela, los clubes de barrio, la Iglesia misma. Pero para no cargar las tintas sólo en el Estado, se puede decir que aunque estuviera presente no alcanzaría porque la sociedad civil está ausente", opinó.

El sacerdote reconoció, sin embargo, que la situación social "no se profundizó más gracias a la instrumentación de la Asignación Universal por Hijo".

Al ser consultado sobre las agresiones a presuntos delincuentes en diversos lugares del país, el padre Pepe recordó un hecho de fines de la década del 90, cuando realizaba su trabajo pastoral en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21-24, del barrio porteño de Barracas.

"Entre Navidad y Año Nuevo de ese año mataron a cinco personas en el barrio. En realidad había una zona liberada por las fuerzas de seguridad, que permitía ataques dentro del barrio pero no afuera. Se escuchaba mucho en ese momento frases como ´que se maten entre ellos´. Frases como esas nunca fueron constructivas", manifestó.

El padre Di Paola también recordó las amenazas de muerte sufridas en 2009 cuando se encontraba en la Villa 21. "No era muy cómodo vivir amenazado", dijo con ironía y mencionó que su principal miedo no era sólo por su vida sino también por las personas que lo rodeaban.

"La gente de la villa quería defenderme y yo tenía miedo de que les pasara algo. Le dije a (el entonces cardenal Jorge) Bergoglio: ´Jefe, me tengo que ir porque puede pasar algo´. Y decidí irme a Santiago del Estero, donde estuve dos años, pero siempre pensando en las villas", dijo.+