Viernes 19 de abril de 2024

El gobierno prohíbe la asistencia religiosa a los presos

  • 15 de febrero, 2013
  • Caracas (Venezuela)
Después de los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar en el centro venezolano de detención de Uribana, el pasado 25 de enero, donde uno de los muertos era el pastor evangélico Segundo Camejo, voluntario en este centro de detención, las jerarquías religiosas, tanto de la Iglesia Católica como de las comunidades evangélicas, se quejaron de que las autoridades niegan el acceso a las prisiones para dar asistencia religiosa a los detenidos. El Ministerio de Prisiones de Venezuela dictaminó que la ideología política del país tiene prioridad sobre la asistencia religiosa.
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Después de los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar en el centro venezolano de detención de Uribana, el pasado 25 de enero, donde uno de los muertos era el pastor evangélico Segundo Camejo, voluntario en este centro de detención, las jerarquías religiosas, tanto de la Iglesia Católica como de las comunidades evangélicas, se quejaron de que las autoridades niegan el acceso a las prisiones para dar asistencia religiosa a los detenidos.

El Ministerio de Prisiones de Venezuela dictaminó que la ideología política del país tiene prioridad sobre la asistencia religiosa.

El Procurador Delegado para la Pastoral de las Cárceles de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), padre Ponc Capell Capell, aseguró que las autoridades no dieron ninguna indicación de querer mantener un compromiso con la asistencia religiosa a los reclusos, sino que, por el contrario, en muchos casos ignoran esta ley.

De hecho, señaló el sacerdote, de los 40 capellanes nombrados por la Conferencia Episcopal a nivel nacional, sólo 26 fueron reconocidos por el gobierno.

El Padre Capell señaló que hay más de 300 laicos comprometidos en el trabajo voluntario en los 40 centros penitenciarios del país, denunciando la politización de la cuestión de las prisiones y lamentó que se promueva más el voluntariado ideológico que el de asistencia religiosa. "Pero vamos a seguir trabajando con más energía y entusiasmo, porque sabemos que los gobiernos pasan, mientras que la Iglesia permanece. Además siempre habrá gente dispuesta a compartir la experiencia de Dios y tienen la motivación para el cambio", dijo.

Por su parte María José González, directora de la oficina de Cáritas en Los Teques, que durante seis años trabajó en el Ministerio Penitenciario en la región de Miranda, dijo que "desde diciembre de 2011 no entran formalmente en las cárceles, ya que tienen una prohibición explícita del gobierno, de modo que nuestros voluntarios tienen que ir a visitar a los presos como si fueran una visita familiar y esto limita severamente el trabajo con los internos y en su rehabilitación".+