Jueves 21 de noviembre de 2024

El arzobispo de Bahía Blanca propone tres modelos de santidad a sus sacerdotes

  • 5 de mayo, 2023
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
Mons. Carlos Azpiroz Costa OP aludió a Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Sales y Santa Teresita del Niño Jesús como "ejemplos, pistas, modelos" que llevan a Jesús.
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El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP, publicó una "carta pastoral", elaborada a partir de la homilía de la Misa Crismal y de notas manuscritas preparadas para esa ocasión, en la que propone a los clérigos de la arquidiócesis tres modelos de santidad: Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Sales y Santa Teresita del Niño Jesús. "Santos ‘¡con la eclesialidad bien puesta', señalándonos a Jesús Camino, Verdad y Vida!”, indicó el arzobispo.

Ungidos para sanar
Tras reafirmar la importancia de haber sido “ungidos con el óleo de la alegría: para vendar, proclamar un año de gracia, para sanar, para consolar”, monseñor Azpiroz Costa recuerda a sus sacerdotes que el Señor vuelve a decirnos: "Porque tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo. No temas, porque yo estoy contigo".

“¿Para qué hemos sido ungidos?”, se pregunta el arzobispo, para afirmar seguidamente “¡Para fortalecer los brazos a los débiles, robustecer las rodillas vacilantes, para decirles a los que están desalentados que sean fuertes, no teman, por ahí está su Dios!".

De ahí que monseñor Azpiroz reitere que, cada Jueves Santo, “la Iglesia nos invita a renovar nuestras promesas sacerdotales, para ser mediadores de esa cercanía (no intermediarios); solidarios de esa ternura (no cómplices de autoritarismo); intercesores de esa misericordia (no burócratas)”.

“El Señor -añadió el prelado- nos llamó para ser instrumentos, ministros, intérpretes, enviados, servidores, mediadores” y,  en ese sentido, les recordó también “cuáles han de ser nuestros deberes principales”, destacando que, “ante todo”, deben “cultivar la vida interior, la intimidad con Cristo que hemos de cuidar permaneciendo con Él. La intimidad con Cristo es el alma, el estímulo, la fuente y fuerza de nuestro apostolado”, subrayó, y pidió a los sacerdotes “sentir con la Iglesia” y “confesar a la Iglesia ese amor”.

A tal fin, y como aporte en este camino de santidad, el arzobispo ofreció a sus sacerdotes el ejemplo de vida de tres santos, que la Iglesia recuerda especialmente en la actualidad con algunas efemérides y jubileos, los cuales “son estrellas que, en la oscuridad de estos tiempos difíciles, nos siguen guiando. Ellos no transformaron los "tiempos difíciles" que vivieron en "tiempos fáciles". Con sus vidas, fecundaron la historia de su tiempo, para permitir que esta fuese ‘Tiempo de Salvación’".

Santo Tomás de Aquino
Nacido en 1225 y fallecido en 1274, es Doctor de la Iglesia desde 1567. Desde el 28 de enero pasado y hasta el 28 de enero de 2025 se celebra un "triple Jubileo": 700 años de su canonización (18 de julio de 1323); 750 de su muerte (7 de marzo de 1274) y 800 de su nacimiento (1225).

El arzobispo bahiense señaló que “Santo Tomás de Aquino vivió un contexto específico de rigidez y exigencia, esa que a veces nos gusta hacer pesar sobre los hombros de los demás”. 

“¿Cuál podríamos decir que fuese el centro de todo el mensaje de Santo Tomás?”, inquirió monseñor Azpiroz Costa, y respondió: “La Caridad”. La Caridad, explicó “es el amor de amistad con el que Dios nos ama; la Caridad es una cierta amistad con Dios; la caridad es un amor de amigos; el hombre dichoso necesita de amigos; es propio de las almas grandes ser sujetos de esta amistad.”

"La amistad verdadera tiene algunas notas que la hacen luminosa. Ante todo, se trata de un amor benevolente. Es decir, un amor que quiere bien al amigo y quiere el bien del amigo antes que el propio bien", explicó. 

“La amistad verdadera es fuente de paz. En efecto, los amigos que se aman entre sí, aman el bien del todo, de ahí que el amigo verdadero pacifica siempre”, agregó.

San Francisco de Sales (1567-1622)
Doctor de la Iglesia desde 1877. Al cumplirse el IV centenario de su muerte, el 22 de diciembre de 2022, el papa Francisco le dedicó para conmemorarlo la carta apostólica Totum amoris est ("Todo pertenece al amor").

San Francisco de Sales es el patrono de los periodistas y fue obispo de una sede implicada en las luchas religiosas de su tiempo contra los calvinistas. Esta era una corriente muy rigorista, en cierto modo causa y consecuencia de dos tentaciones contra una espiritualidad sana, evangélica, alegre: el quietismo y el voluntarismo.

Para San Francisco de Sales, la experiencia de Dios es una evidencia del corazón humano. La Fe, sobre todo, es una disposición del corazón que nos lleva a cuidar todo lo que es humano como indispensable.

Este Santo Doctor señala la Encarnación como verdadera escuela para leer la historia y habitarla con confianza. De allí surge la importancia de la escucha atenta de la experiencia. En este sentido, enseña dos carriles inseparables para el crecimiento: la Vida espiritual como apertura al Espíritu Santo y la vida eclesial para verdaderamente sentir con y en la Iglesia.

Monseñor Azpiroz señaló que “la verdadera devoción, para el santo obispo, ¡es universal, es para todos! Su secreto o expresión unificante y unificadora es "el éxtasis". "El éxtasis entendido como desborde feliz de la vida cristiana. Una vida sin éxtasis es un evangelio sin alegría, y el éxtasis sin vida es ilusión que engaña y aliena. El origen de este éxtasis no es otro que el amor manifestado por el Hijo de Dios hecho carne”, especificó.

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897)
Doctora de la Iglesia desde 1997. Estamos también transitando un Año jubilar dedicado a "la más grande santa de los tiempos modernos", como la llamó el papa Pío XI. Se han cumplido 150 años de su nacimiento (ocurrido el 8 de enero de 1873) y celebraremos los 100 años de su beatificación (realizada el 29 de abril de 1923).

Proclamada Doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II en 1997, es la más joven entre los santos "doctores". Es llamada "Doctora del Amor". 

A Santa Teresita le tocó vivir su vocación a contrapelo de una corriente de particular rigidez, que influyó mucho aún después de ser condenado el jansenismo.

“Para Teresita la espiritualidad verdadera no es otra cosa que hacerse enteramente pequeña ante Dios y ante los hombres por el amor, la humildad, la sencillez, el candor, la ternura, la cercanía y la ausencia absoluta de toda clase de complicaciones”, destacó el arzobispo bahiense, y señaló a sus sacerdotes las “notas más precisas y preciosas” de la santa de Lisieux: la primacía del amor por Dios; complacer a Jesús; el desinterés perfecto; deseos inmensos de vivir con un carácter filial y acento infantil - aunque nada tonto o "aniñado"- y ¡la caridad fraterna!; el abandono y total confianza filial; la humildad y la sencillez; la fidelidad a sus votos en las cosas pequeñas.”

A través de la vida Eucarística, la sencilla y profunda devoción a María y una misión particular -¡la de orar por los sacerdotes!- ¡Pío XI, el mismo que la canonizó en 1925, la proclamó en 1927: "Patrona de las misiones" junto a San Francisco Javier.+

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