Córdoba celebra a su patrona, Nuestra Señora del Rosario del Milagro
- 1 de octubre, 2014
- Córdoba
La arquidiócesis de Córdoba celebrará el próximo domingo 5 de octubre a su patrona, Nuestra Señora del Rosario del Milagro, con una convocatoria multitudinaria en la basílica de Santo Domingo y una procesión seguida de misa en la explaza Vélez Sarsfield. El lema que anima la fiesta patronal es "Con Jesús nos miramos como hermanos".
Desde hace unos años, la fiesta arquidiocesana se vive con una doble dinámica: desde el 26 de septiembre se reza en la basílica de Santo Domingo una novena en honor de la Virgen María del Rosario del Milagro, y a su vez, el arzobispo, monseñor Carlos José Ñáñez, visita en estos días a las comunidades parroquiales del Gran Córdoba acompañado de la imagen peregrina de Nuestra Señora del Rosario.
El cronograma de visitas prevé para este miércoles 1º de octubre la llegada de la sagrada imagen mariana al barrio Pueyrredón, de la capital, donde monseñor Ñáñez presidirá la misa a las 19. El jueves 2 estará de visita en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y San Blas; el viernes 3 de octubre en la parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, y el sábado 4 de octubre en la iglesia San Francisco de Asís, del centro histórico cordobés.
Desde el arzobispado local se difundió un pasaje bíblico con el que animar la visita de la imagen peregrina de Nuestra Señora del Rosario a las comunidades. Tomado del evangelio según san Lucas, se anima a los fieles a reflexionar en torno a "María entró en la casa y saludó a Isabel". Asimismo, se dio a conocer una oración para rezar antes de la celebración patronal.
Oración a la Patrona de Córdoba
Madre de nuestra Iglesia de Córdoba que acompañas siempre el peregrinar de nuestro pueblo, en estos tiempos difíciles para la Patria y el mundo, danos la certeza de que tu Hijo Jesucristo, Señor de la Historia, funda y sostiene la esperanza de los que trabajan por la paz en la justicia, la solidaridad, y el amor.
Ayúdanos a confiar en Aquél que "reconocemos al partir el pan" y que, frente a la incerteza del futuro, nos invita a "navegar mar adentro" y, ante la tentación del desánimo, nos desafía a "echar las redes".
Enséñanos a convertirnos con humilde valentía de todo lo que nos impide realizar más claramente el designio del Padre, que nos llama a ser "casa y escuela de comunión", Iglesia "samaritana", servidora del Reino, signo e instrumento de reconciliación y fraternidad.
Que a esta tarea nos sintamos convocados todos los que formamos el Pueblo de Dios para que cada bautizado la asuma y viva como propia. Santa María, Nuestra Señora del Rosario, te agradecemos y te pedimos que nos acompañes en este caminar. Amén.+