Domingo 24 de noviembre de 2024

Concluyó en Rosario la primera fase del Sínodo

  • 19 de agosto, 2022
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El Colegio Marista de la ciudad de Rosario fue sede de la Reunión Diocesana Presinodal, que se llevó a cabo el 13 de agosto y fue la conclusión de la primera fase del sínodo.
Doná a AICA.org

Con el lema "Caminando juntos construimos una Iglesia sinodal para la misión", el 13 de agosto se llevó a cabo la Reunión Diocesana Presinodal con la que concluyó en Rosario la primera fase del Sínodo de Obispos 2021-2023 convocado por el papa Francisco.

El encuentro se llevó a cabo en el Colegio Marista de la ciudad de Rosario y tuvo como objetivo orar juntos, escuchar todo el trabajo realizado durante la etapa sinodal y reflexionar a partir de la lectura de la “Síntesis Diocesana”, dialogar sobre las realidades emergentes para discernir la voluntad de Dios y los caminos que invita a seguir para llegar a una comunión más profunda, una participación más plena y una misión más fecunda.

La jornada se inició a las 14 con la bienvenida a cargo del presbítero Ernesto Fernández, vicario episcopal para la Pastoral, seguido de un momento de animación dirigido por Ariel Glaser.

El matrimonio Jorge Paleari y Jorgelina Cabo, delegados arquidiocesanos para el Sínodo de Obispos 2021-2023, expusieron sobre los instrumentos utilizados en la etapa diocesana, el procedimiento seguido para la recolección de los aportes, la elaboración de la “Síntesis Diocesana” entregada el 31 de mayo al Episcopado para la elaboración de la Síntesis Nacional.

Posteriormente, se dio inicio a una Lectio Divina a partir del texto Jn 5,1-9. Después de la invocación al Espíritu Santo, la Proclamación de la Palabra y explicación de algunas claves sobre el texto, la asamblea se dividió en pequeños grupos para continuar con la lectura, meditación, oración, contemplación y acción.

La reunión finalizó con la celebración eucarística presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín.

La asamblea estuvo conformada por 202 personas que representaban 107 parroquias, 13 pastorales, 27 congregaciones y vida consagrada, 39 movimientos y otras instituciones.

Fue un encuentro fraterno y comprometido, en el que se vivenció una Iglesia que quiere ser partícipe, escuchar y ser escuchada, que se hace cargo de sus errores y quiere reparar heridas, que quiere salir al encuentro del hermano, «callejear», «hacer lío», «samaritanear».+