El obispo de San Martín presidió en Luján la misa por el Jubileo de los diáconos y destacó que ser diácono no es una función personal, sino un signo visible de una Iglesia entera llamada a servir.
Con el lema "200 años en los brazos amorosos del Buen Pastor", la jornada incluyó la misa central celebrada por el obispo, Mons. Martín Fassi, y una procesión comunitaria al colegio Sagrado Corazón.
El obispo diocesano impuso sus manos sobre el seminarista Franco Zapaja y le pidió a Dios que su ordenación "nos ayude a renovar nuestra vocación de ser una Iglesia diaconal".
El obispo de San Martín invita a ir encendiendo una vela cada domingo, "porque va creciendo la presencia del Señor, y va creciendo también nuestra esperanza".