En la solemnidad San José, el arzobispo de Bahía Blanca destacó el ejemplo del custodio del Redentor como hombre justo: "Es la expresión más parecida a la santidad".
Se pasa al día siguiente, dado que la liturgia católica establece que el domingo solo cede su celebración frente a las solemnidades y fiestas del Señor durante Cuaresma, Pascua y Adviento.
"Verdaderamente la vocación, vida y misión de José de Nazaret son extraordinarias; contrastan su grandeza y fidelidad con su humildad y silencio", destacó el obispo de Formosa.
En el cuarto y último domingo de Adviento, Francisco se detuvo en la figura de José, que supo renunciar a sus certezas tranquilizadoras.