El obispo de San Francisco expuso ayer sus reflexiones sobre la necesidad de democratización de los partidos políticos y de la búsqueda del bien común por parte de los candidatos a los cargos.
En un aporte en vísperas de los 40 años del retorno de la democracia, advirtieron sobre un clima "ambiguo", susceptible para la división y el enfrentamiento.
El obispo de San Francisco marcó la pobreza como la "deuda pendiente más aguda" y lamentó "la obstinada resistencia a los consensos de algunos sectores" políticos para poder revertirla.
El episcopado boliviano pidió que la elección de quien ocupe ese cargo debe realizarse de manera consensuada y democrática, y advirtió que "la democracia es débil".