Viernes 5 de julio de 2024

El Card. Parolin anima a los católicos a llenar de valores la democracia en crisis

  • 3 de julio, 2024
  • Roma (Italia) (AICA)
El secretario de Estado habló de este y otros temas en el marco de la V edición del Premio Literario de Embajadores ante la Santa Sede. Fue en la sede de la Embajada de Italia ante la Santa Sede.
Doná a AICA.org

"A veces, parece que el trabajo diplomático produce pocos resultados, pero no debemos cansarnos ni ceder a la tentación de la resignación; la paz es tarea de cada uno de nosotros a partir de nuestra vida cotidiana, en nuestras ciudades, en nuestros países, en el mundo": estas fueron algunas de las palabras del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en un discurso pronunciado este 2 de julio en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, con ocasión de la V edición del Premio Literario de Embajadores ante la Santa Sede.

El premio de este año fue para el periodista de la RAI Piero Damosso, por su libro "¿Puede la Iglesia detener la guerra? Una investigación sesenta años después de Pacem in Terris" (Editorial San Paolo).

El purpurado vaticano recordó la génesis y el contexto histórico en el que maduró la encíclica de san Juan XXIII, que "se desarrolla sobre una partitura hecha de muchos otros pronunciamientos". Reiteró que la paz universal es un bien que concierne a todos, indistintamente.

También hizo memoria del mensaje radiofónico del 13 de abril de 1963, Sábado Santo, en el que ese mismo pontífice expuso la necesidad de la paz con Dios, con todos los pueblos y en el seno de las familias. 

La encíclica, dijo el secretario de Estado, "es un testamento", y señaló que "aquellas intensas palabras del papa Roncalli son una herencia que hay que conservar y hacer crecer, asumiendo cada uno sus propias responsabilidades".

Luego, el cardenal Parolin instó a insistir, en los actuales escenarios de conflicto en diversas partes del planeta, con la acción diplomática, con la convicción de que dará frutos, y llamó a la coralidad, la sinergia y la cooperación, para ser realmente artesanos de la paz, como quiere el Papa Francisco.

Parolin alabó el libro premiado que, consideró, "tiene el mérito de hacer aflorar de nuevo el profundo deseo de paz con un método interesante", al contar con la intervención de varios testigos y académicos. El resultado es un volumen que constituye una reflexión global sobre la paz". 

La fraternidad como perspectiva de justicia
Precisamente, el método de investigación y análisis utilizado por el autor (más de cincuenta entrevistas) fue apreciado por el jurado, que señaló en la motivación: "La Iglesia, si bien no tiene el poder real de detener los conflictos, puede llamar a la acción a la conciencia humana universal, para derribar los muros del odio y la enemistad, señalando la fraternidad como perspectiva segura de justicia, solidaridad, inclusión y cuidado de la tierra".

"A través de su investigación, el autor destaca también cómo la fuerza de la oración del pueblo de Dios puede generar proyectos valientes de encuentro y negociación", destacó.

El acto contó con la presencia del embajador italiano Francesco Di Nitto, la embajadora de la Unión Europea ante la Santa Sede, Alexandra Valkenburg, y la presidenta de la Escuela Luiss de Low, Paola Severino, abogada y jurista, que contribuyó de forma importante al texto presentado, junto con otras dos mujeres de diálogo, Edith Bruck y Dacia Maraini.


Damosso, por su parte, como autor del libro, hizo un verdadero llamamiento sobre los temas de la defensa de las minorías, el desarme y la necesidad de un papel activo por parte de las instituciones internacionales.

Declaraciones de Parolin
Antes del acto, el cardenal Parolin se detuvo unos minutos con los periodistas y, habiéndosele preguntado por los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, subrayó que la guerra nunca es una guerra justa.

A la luz del documento difundido por la Comisión Justicia y Paz de Tierra Sant,a en el que se cuestiona el mal uso de la expresión "guerra justa" en relación con la violencia en Gaza, Parolin afirmó: "Sabemos que sobre el concepto de guerra justa se discute mucho hoy en día; la guerra justa es la guerra de defensa. Pero hoy, con las armas de las que disponemos, se hace muy difícil este concepto; creo que todavía no hay una posición definitiva sino que es un concepto en revisión." 

Recién llegado de su visita al Líbano, fue consultado sobre qué soluciones prevé para "el país de los cedros", fronterizo con Israel.

"La primera solución es la elección de un presidente de la República. Lo importante es la urgencia de tener un presidente, para cerrar esta crisis institucional que está dañando un poco todo, a todo el país", respondió el secretario de Estado vaticano. Asimismo, expresó que espera un papel activo de los cristianos en el sistema libanés.

"Ciertamente, no será la solución mágica, pero empezaremos a abordar los problemas con todos los cargos institucionales en marcha", sostuvo.

El secretario de Estado vaticano confirmó además que el cardenal Mar Bechara Boutros Al Rai es un actor activo en ese contexto, ya que "siempre ha intentado unir a los cristianos, y parece que hay voluntad por parte de los partidos cristianos de unirse, de proponer uno o varios candidatos comúnmente aceptados".

Preguntado por un periodista sobre si hay diálogo con la comunidad chií en el Líbano, Parolin dio a entender que no falta diálogo, pero que "el problema está principalmente del lado de Hezbollah, ya que ellos están en el juego y tienen su candidato; se trata de encontrar un candidato que sea aceptado por todas las partes".

"Creo que puede haber más liberaciones de prisioneros"
Con los periodistas presentes en la sede de la Embajada de Italia ante la Santa Sede, el cardenal Parolin habló también de Ucrania, respondiendo en particular a una pregunta sobre la propuesta del primer ministro húngaro Orbán, en su calidad de presidente de turno de la Unión Europea, al presidente ucraniano Zelenski, acerca de un rápido alto el fuego para facilitar las negociaciones de paz.

"Por lo que yo sé, hasta ahora los ucranianos siempre se han negado", dijo el diplomático vaticano, recordando que, para el gobierno ucraniano, si no hay garantías, "esto sólo podría ser una pausa para empezar de nuevo más tarde, de una manera aún más cruda, más dura".

"Esperamos de verdad -continuó Parolin- que pueda haber una tregua, y después negociaciones". A la luz del intercambio de prisioneros para el que la Santa Sede ha mediado con éxito, el cardenal imagina en el horizonte que podría haber otras liberaciones, "porque es un mecanismo que funciona -explicó-, distinto del de los niños".

"En ese caso, intervienen varias realidades. En el caso de los presos, se trata esencialmente de un intercambio de listas que se entregan a las dos partes, así que imagino que esta actividad continuará un poco, lo que me parece muy positivo, y puede crear condiciones que podrían favorecer también la paz y posibles negociaciones", afirmó.

En la entrevista con los periodistas, el purpurado abordó también el tema de las próximas Semanas Sociales de Trieste, que se sellarán con la visita del Papa, el domingo 7 de julio.

El tema que estará sobre la mesa allí es la democracia, un asunto que Parolin consideró de acuciante actualidad, "porque -observó- la democracia está en crisis en muchas partes del mundo, y creo que también les toca mucho a los católicos reiterar la importancia y la necesidad de estar a favor de la democracia y, sobre todo, de llenarla de valores".

"La democracia no es un simple ejercicio matemático, quién tiene más y quién tiene menos votos, sino que es, sobre todo, un ejercicio de valores, de inspirarse en valores que hacen posible la convivencia social. Por eso, creo que la aportación que pueden hacer los católicos es muy válida, y espero que de estas Semanas Sociales salga algo bueno", concluyó.+