Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Buenanueva se refirió a la crisis de la democracia

  • 12 de abril, 2023
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco expuso ayer sus reflexiones sobre la necesidad de democratización de los partidos políticos y de la búsqueda del bien común por parte de los candidatos a los cargos.
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En un mensaje publicado ayer bajo el título “Democracia y partidos políticos desde la enseñanza social de la Iglesia”, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre la necesidad de la democratización interna de los partidos políticos y de la búsqueda clara del bien común por parte de los candidatos a los cargos electivos.

En ese sentido, luego de repasar al respecto algunos conceptos extraídos del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, expresó: “Un pendiente de nuestra joven democracia (¡solo cuarenta años!) es la democratización interna de los partidos y las coaliciones políticas. Supone reglas claras, conocidas y aprobadas por todos. También procesos previsibles de tiempo para conocer candidatos y propuestas”.

Y agregó: “Hasta ahora, salvo alguna excepción, ha regido el “dedazo”, por usar una imagen que todos entendemos”.

Y, acerca de los postulantes, mencionó como requisito centrarse “en el virtuoso (y no negociable) respeto por la ley pero, sobre todo, en la exigente laboriosidad de empeñarse por el bien común, superando los intereses de parte (también los de su parte)”.

E insistió: “Los ciudadanos necesitamos conocer qué piensan, como sienten y, sobre todo, cómo se mueven en la gestión concreta de los conflictos los que después nos pedirán el voto”.

Luego, monseñor el obispo de San Francisco advirtió: “Si el legítimo interés en dirimir candidaturas absorbe todas las energías, puede que ocurra lo que está pasando ahora: la discusión sobre candidaturas, salvo excepciones, deja peligrosamente de lado -o al menos en suspenso- los problemas reales que aquejan a la sociedad y a los ciudadanos: de la inflación a la inseguridad, la incertidumbre de futuro de los jóvenes o la previsión de la vejez de los que ven cercana la jubilación, más un largo etcétera”.

Y sostuvo también que “la actual crisis de la democracia se alimenta del descrédito de una política que parece enamorada de sí misma, más que del interés general, de la pasión por el bien común, o como queramos llamar al bien que ha de perseguir esa noble vocación”.

Finalmente, monseñor Buenanueva concluyó: “Pienso que, a cuarenta años de haber ‘recuperado’ la democracia, tenemos que recrear los consensos que nos permitieron salir de la noche oscura de la violencia política y el terrorismo de Estado, a saber: la dignidad de la persona humana y sus derechos, pero también la opción que hicimos por el camino de la democracia para construir nuestro futuro”.+