En medio del desastre natural la Iglesia abre sus puertas para acoger a familias que lo perdieron todo, transformando templos y seminarios en oasis de solidaridad y humanidad.
La iniciativa diocesana lleva por lema "Hogar para todos, esperanza para siempre", y se llevará a cabo hasta el Jueves Santo. Lo recaudado se destinará a hogares donde se asiste a persona vulnerables.
El arzobispo de Bahía Blanca dio detalles del trabajo de asistencia que se realiza en esta ciudad tras las inundaciones. "La respuesta de la sociedad fue abrumadora", aseguró.
El arzobispo sanjuanino hizo hincapié en las privaciones del tiempo cuaresmal, y destacó que "la solidaridad y la cercanía pueden suscitar esperanza en los corazones agobiados y afligidos".