Martes 12 de noviembre de 2024

La CLAR y el CELAM, solidarios con el sufrimiento de los hermanos haitianos

  • 13 de marzo, 2024
  • Bogotá (Celam) (AICA)
Ante la grave crisis social que atraviesa el país caribeño, los religiosos y obispos de América Latina y el Caribe expresaron su preocupación y cercanía.
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Preocupación y cercanía hacia la Iglesia en Haití expresaron la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), tras conocerse las informaciones provistas por medios internacionales, que documentan la grave crisis social, alimenticia y de seguridad que atraviesa el país caribeño.

En una comunicación dirigida al obispo de Puerto Príncipe y presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, monseñor Max Leroy Mésidor, la comisión directiva del Celam manifestó su solidaridad, confiando en el bienestar de sus hermanos en la consagración al servicio de la Iglesia. “Queremos expresarte a ti y a todos los hermanos obispos nuestra cercanía, y agradecerles el testimonio de entrega, haciendo presente la luz de la fe en medio de tanta oscuridad”, expresó el organismo eclesial en la misiva.

Los obispos afirman que su preocupación es compartida por toda la Iglesia de América Latina y el Caribe, frente a lo que ratifican su deseo de colaborar decididamente con aquello que se considere lo más propicio ante las necesidades inmediatas que enfrentan.

“Seguimos implorando a Dios y confiamos en que el Señor de la historia, que siempre escucha el clamor de su pueblo, abrirá las mentes y corazones de aquellos que deben tomar las decisiones para alcanzar la paz y el bien común”, concluyen.

Por su parte, en un gesto de solidaridad y apoyo, la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR) reiteró su compromiso con la vida religiosa, que persevera en medio de los obstáculos que enfrenta el pueblo haitiano.

Apoyo que ratifican, acompañando con su oración “el peregrinar de todas las religiosas/os que resisten, mantienen la creatividad apostólica y se empenñan en construir el Reino en medio de la difícil situación que vive el pueblo haitiano”.

Según la institución religiosa, es fundamental reconocer los “esfuerzos por permanecer como sembradores de paz y guardianes de la esperanza”, en un contexto marcado por la incertidumbre y la violencia. La Confederación se une al clamor de quienes exigen el “cese de la violencia”, abogando porque “se recupere la institucionalidad que haga posible la democracia y el respeto de los derechos”.

Al mismo tiempo, la CLAR invita a la vida religiosa “a no situarse con indiferencia ante la situación que vive el pueblo haitiano, a visibilizar en los distintos rincones del continente el sufrimiento de nuestros hermanos de Haití, y a participar activamente en los espacios en los que se genera la reflexión que conduce a la paz”.

Para la CLAR, es urgente “promover el diálogo entre la sociedad civil y los actores políticos, defender la paz con acciones concretas y propiciar medios que permitan la reconciliación en medio de las diferencias”.

Solidaridad y oración
Entre las acciones propuestas, se encuentra “la generación de canales humanitarios en las zonas fronterizas, facilitando la hospitalidad que hermana” a los pueblos. Además, se hace un llamado a “orar insistentemente por el pueblo haitiano”, reconociendo el poder transformador de la plegaria de intercesión.

El pronunciamiento concluye con un mensaje de esperanza, instando a que la voz y la fuerza de la oración “abriguen a la vida religiosa” que camina junto al pueblo haitiano y “la fortalezcan en su empeño cotidiano por permanecer al lado de su pueblo”. 

En este momento crucial, la solidaridad y la acción se erigen como pilares fundamentales, para brindar apoyo a un pueblo que lucha por construir un futuro mejor. La CLAR recuerda que, ante las adversidades, la unión en “la oración y en la esperanza” son más necesarias que nunca.+