El arzobispo consideró que la actual situación social no se resuelve con "soluciones mágicas ni voluntaristas", y aseguró que "solo habrá paz cuando se asegure tierra, techo y trabajo para todos".
El arzobispo afirmó que el Día del Niño es para celebrar y reflexionar; e invitó a ponerse "en las zapatillas rotas o los pies descalzos de los pobres pequeños muchas veces invisibilizados".
Participaron el arzobispo, los dos auxiliares y miembros del Consejo Pastoral y del Consejo Presbiteral. Se trabajó en la ficha sinodal: "Estructuras pastorales para la Iglesia sinodal y misionera".
El arzobispo sanjuanino destacó que el amor maternal de la Virgen María "es inagotable", al afirmar que ella "nos brinda el apoyo necesario para afrontar los desafíos de la vida con fortaleza y fe".