El patriarca latino de Jerusalén expresó que "no hay otra alternativa para los dos Estados que la continuación de la guerra, no hay acuerdos desde arriba sino un camino desde abajo".
El Patriarca Latino de Jerusalén presidió la misa en la solemnidad de la patrona de su diócesis y consagró los territorios y a las personas de Tierra Santa a la protección de la Madre de Dios.
Los líderes espirituales, junto con el arzobispo de Canterbury, condenaron el bombardeo de la iglesia ortodoxa de San Porfirio, ubicada en Gaza.
Los heridos fueron acogidos en la parroquia católica de la Sagrada Familia, ubicada en la misma ciudad. Así, otras 500 personas se refugiaron en esa iglesia latina.