En Corpus, recordó que la "adoración eucarística encuentra su verificación cuando cuidamos del prójimo" y advirtió el riesgo de confinar la Eucaristía a una dimensión vaga.
Tras el Ángelus, el Papa insta a preguntarse si cada uno está o no cerca de comprender y solidarizarse con un pueblo "martirizado" que sufre. También pidió no olvidarse de la violencia en Myanmar.
"Por favor, no nos acostumbremos a esta trágica realidad", exhortó al recordar que el conflicto se prolonga e invitó a reza por la paz. También pidió disculpas por haber postergado su viaje a África.
Al finalizar la misa en la Plaza de los Graneros, en Floriana, Francisco compartió con los fieles el rezo del Ángelus y pidió especialmente por el fin de la guerra "sacrílega" en Ucrania.