"Adoremos a Dios para no inclinarnos ante las cosas pasajeras y la lógica seductora, pero vacía, del mal", dijo Francisco en la misa de la solemnidad de la Epifanía del Señor.
Unas 100.000 personas asistieron al funeral solemne de Benedicto XVI celebrado en la plaza de San Pedro. Francisco destacó la entrega agradecida y orante del buen pastor.
Triste, conmovido, pero en paz, el secretario del papa emérito recuerda: "La mayor enseñanza es que la fe escrita, la fe hablada y proclamada no es sólo algo que dijo y predicó, sino algo que vivió".
Durante la audiencia general, el Santo Padre subrayó su "pensamiento agudo y educado, que no era autorreferencial sino eclesial, porque siempre quiso acompañarnos al encuentro con Jesús".