Francisco dedicó la audiencia general de hoy en la Plaza de San Pedro enteramente al apóstol jesuita de China, que sobresalió por su sentido de la amistad y su coherencia.
Al concluir la audiencia de hoy, el Papa pidió la intercesión de la Virgen para "todos los afectados por la guerra, especialmente por la querida y martirizada Ucrania, que tanto sufre".
El pontífice denuncia las formas más violentas de tortura y también otras "más sofisticadas, como el trato degradante, la anulación de los sentidos o las detenciones masivas en condiciones inhumanas".
Francisco pidió a las universidades católicas "promover el matrimonio, la vida familiar con sus recursos y sus desafíos, y la belleza de generar y custodiar la vida humana".