El Papa presidió la misa en la Basílica de San Pedro, en sufragio por el papa argentino y los cardenales y obispos que fallecieron durante este año.
"La muerte no es un final, sino un paso hacia la vida eterna en el amor de Dios", afirmó León XIV en la celebración de todos los fieles difuntos en el cementerio del Verano.
En conmemoración de los Fieles Difuntos, el Papa llevó un mensaje de esperanza que brota del anuncio de la resurrección y de la confianza en que Dios no olvida a ninguno de sus hijos amados.
En sus intenciones luego del rezo del Ángelus, León XIV pidió un alto el fuego y que reine el diálogo, la solidaridad y la acción humanitaria para la población de esos países.