En vuelo de regreso tras su visita a Marsella, el Papa fue categórico con el tema de la eutanasia: "Con la vida no se juega", e insistió en la necesidad de seguir acogiendo a los migrantes.
Fue al cerrar los Encuentros Mediterráneos, donde animó a hacer de esa región un "principio y fundamento de la paz entre las naciones". Llamó a acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes
Allí se reunió con personas que atraviesan dificultades económicas graves y son asistidas por las religiosas. "Dar la mano es un gesto de fraternidad y vivir como hermanos es una profecía", expresó.
Francisco mantuvo un encuentro privado con el mandatario en el Salón de Honor de María. Fue luego de cerrar los Encuentros del Mediterráneo. También saludó a la esposa del presidente.