Sábado 27 de abril de 2024

Encuentro interreligioso en Mongolia: 'promovamos el diálogo y cultivemos la esperanza', pidió el Papa

  • 3 de septiembre, 2023
  • Ulán Bator (Mongolia) (AICA)
Al presidir un encuentro ecuménico, Francisco alentó a los líderes religiosos a buscar un diálogo efectivo y la armonía y los advierte contra las contradicciones y el escándalo.
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El Papa Francisco presidió este domingo un encuentro ecuménico e interreligioso en el emblemático Teatro Hun de Mongolia, en la capital del país, Ulán Bator, en el que participaron representantes del sintoísmo, el budismo, el islam, el judaísmo, el hinduismo, el chamanismo y otras confesiones cristianas. 

Observadores gubernamentales y representantes de las universidades también estuvieron presentes en el encuentro para promover la convivencia pacífica, un momento culminante de la visita del Papa a Mongolia, que se desarrolla del 31 de agosto al 4 de septiembre.

El Santo Padre insistió en su mensaje que la esperanza es posible y que la armonía entre las religiones tiene el poder de dar grandes frutos. También advirtió contra las distorsiones de la religión, en formas que causen escándalo, violencia u opresión.

Patrimonio de la sabiduría
De manera particular, el Papa elogió el patrimonio de sabiduría de Mongolia que sus diversas religiones han contribuido a crear, señalando que se "limitará" a explorar diez aspectos.

El Papa recordó en primer lugar su "sana relación con la tradición", a pesar de las tentaciones del consumismo, y elogió su respeto por los mayores y los antepasados, subrayando "¡cuánto necesitamos hoy una alianza generacional entre ancianos y jóvenes!". 

Francisco elogió el cuidado de los mongoles por el medio ambiente, una "necesidad grande y urgente"; el valor del silencio y de la vida interior, "como antídoto espiritual contra tantos males del mundo actual"; "un sano sentido de frugalidad"; "el valor de la hospitalidad"; "la capacidad de resistir el apego a objetos materiales"; "la solidaridad nacida de una cultura de vínculos interpersonales"; y "el respeto por la sencillez". 

Este patrimonio, celebró también el Papa, promueve "un cierto pragmatismo existencial que persigue tenazmente el bien de los individuos y de la comunidad", observando que estas características enriquecen el mundo.

La gran responsabilidad de las religiones
El Papa continuó subrayando la gran responsabilidad de los seguidores de la religiones para promover la paz y la armonía.

"La humanidad reconciliada y próspera que nosotros, como seguidores de diferentes religiones, buscamos promover", dijo, está simbolizada por esta armonía, unión y apertura a lo trascendente", lo que, sostuvo, "inspira un compromiso con la justicia y la paz, basado en la relación de las personas religiosas con lo divino". 

"En este sentido, queridos hermanos y hermanas, compartimos una gran responsabilidad, especialmente en este período de la historia, porque estamos llamados a dar testimonio de las enseñanzas que profesamos con nuestra forma de actuar; no debemos contradecirlas y convertirnos así en causa de escándalo." 

"No puede haber mezcla, entonces", insistió el Papa, "de creencias religiosas y violencia, de santidad y opresión, de tradiciones religiosas y sectarismo".

El Santo Padre expresó su esperanza de que los sufrimientos del pasado  -recordó de manera especial el de las comunidades budistas-  "otorguen la fuerza necesaria para transformar las heridas oscuras en fuentes de luz, la violencia sin sentido en sabiduría de vida, el mal devastador en bondad constructiva". 

Que estas experiencias, señaló el pontífice, impulsen a todos los seguidores comprometidos de su respectiva espiritualidad y enseñanzas a estar "siempre listos" para ofrecer "la belleza de esas enseñanzas a aquellos con quienes encontramos diariamente como amigos y compañeros en nuestro camino". 

Francisco recordó a las instituciones religiosas de Mongolia su importante papel en la promoción del bien común. "Porque en una sociedad pluralista y comprometida con los valores democráticos, como lo es Mongolia, expresó, toda institución religiosa, debidamente reconocida por la autoridad civil, tiene el deber, y sobre todo el derecho, de expresar libremente lo que es y lo que cree, de una manera respetuosa de la conciencia de los demás y en vista del mayor bien de todos."

Importancia del diálogo, el respeto
El Papa aseguró a sus antecesores que la Iglesia católica desea seguir este camino de colaboración, firmemente convencida de la importancia del diálogo ecuménico, interreligioso y cultural. "Su fe se basa en el diálogo eterno entre Dios y la humanidad que se hizo carne en la persona de Jesucristo", dijo.

La Iglesia, recordó, "ofrece el tesoro recibido a cada persona y cultura, con espíritu de apertura y en consideración respetuosa de lo que las otras tradiciones religiosas tienen para ofrecer". 

"El diálogo, en efecto, no es la antítesis del anuncio: no disimula las diferencias, sino que nos ayuda a comprenderlas, a preservarlas en su singularidad y a discutirlas abiertamente en aras del enriquecimiento mutuo. 

De este modo podremos descubrir en nuestra humanidad común, bendecida por el cielo, la clave de nuestro camino en esta tierra. 

La esperanza es posible
El Papa reconoció el papel de las religiones en la promoción de la dignidad humana y, para ello, viajan unas junto a otras.

"Hermanos y hermanas, nuestra reunión hoy aquí es una señal de que la esperanza es posible", dijo y agregó "En un mundo desgarrado por el conflicto y la discordia, esto puede parecer utópico, pero las mayores empresas están ocultas y son casi imperceptibles al principio", dijo el Papa.

El pontífice pidió un apoyo mutuo en oración entre los seguidores de las religiones para que sus esfuerzos comunes para promover el diálogo y construir un mundo mejor "no sean en vano". 

Al elevar juntos nuestras oraciones hacia el Cielo, el Papa invitó: "Cultivemos la esperanza". Que este gesto, sugirió el Papa, "sea un testimonio sencillo y creíble de nuestra religiosidad, de nuestro caminar juntos con los ojos elevados al cielo, de nuestra convivencia en este mundo en armonía, como peregrinos llamados a preservar el ambiente de una casa abierta a todos", concluyó.+