Al recibir a los jefes de las Iglesias cristianas, el primer ministro irakí destacó el papel histórico de esas comunidades y expresó que espera que el país siga siendo símbolo de tolerancia.
La organización ayudó a más de 200.000 personas, distribuyendo 158.000 raciones de comida y proporcionando atención médica y medicamentos a más de 38.500 personas. Los jóvenes voluntarios, el motor.
Se trata de monseñor Andrew Han Jingtao, de 99 años, y de monseñor Joseph Zong Huaide, de 100 años. Perseguidos y encarcelados, sus historias de vida en Siping y Shaanxi.
Manifiesta preocupación por las repercusiones de la escalada de violencia en el país tras el golpe militar, y pide que se garantice el acceso humanitario seguro para prestar asistencia vital.